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Teherán denuncia que terroristas reclutados por servicios de inteligencia occidentales pretendían perpetrar atentados con bombas y matar a autoridades civiles, militares y religiosas.
El ministro de Inteligencia de Irán, Esmail Jatib, informó este sábado que las fuerzas de seguridad de ese país centroasiático abortaron un plan terrorista para eliminar físicamente a autoridades civiles y militares y atizar las diferencias étnicas y religiosas con una intención desestabilizadora.
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Durante una comparecencia, Jatib precisó que el plan tenía la intención de asesinar a clérigos suníes, jueces y oficiales del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI).
Añadió que su puesta en marcha estaba prevista para este sábado 30 de septiembre y que tenía el propósito adicional de generar inseguridad en las fronteras orientales del país.
El funcionario instó a las autoridades competentes, así como a clérigos chiíes y suníes, a permanecer más vigilantes ante estos intentos de incrementar la violencia en el país aprovechándose de las diferencias religiosas y étnicas.
El ministro de Inteligencia de Irán ���� informó de la neutralización de un complot para asesinar a varios clérigos, jueces y miembros del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica.
— Fidias Roldan (@RoldanFidias) September 29, 2023
Esmail Jatib anunció este jueves que el complot tenía como objetivos a autoridades religiosas,…
El jueves pasado, el Ministerio de Inteligencia iraní dio a conocer que desarticuló en las provincias de Teherán, Alborz y Azerbaiyán Occidental un plan para hacer estallar 30 bombas en Teherán (capital) y detuvo a 28 personas, presuntos integrantes de la organización terrorista autodenominada Estado Islámico.
En esa fecha, el referido Ministerio señaló que estos atentados con bomba se perpetrarían en ocasión del primer aniversario de la muerte de Mahsa Amini, joven iraní que murió mientras se hallaba bajo custodia policial, en septiembre de 2022, y que fue detenida por supuestamente llevar mal puesto el velo.
La muerte de Amini fue utilizada por servicios de inteligencia occidentales para poner en marcha un plan desestabilizador, con protestas y ataques armados dirigidos contra las autoridades, con saldo de muertos y heridos.
Entonces, el Gobierno del presidente Seyed Ebrahim Raisi responsabilizó a EE.UU., Reino Unido, Francia y otras naciones de concebir dichos planes, en los que se usaron a grupos takfiríes, separatistas y enemigos de la Revolución Islámica.
De acuerdo con las autoridades, en ese momento el país hizo frente a una guerra híbrida que incluyó ciberataques, operaciones de inteligencia, guerra psicológica y mediática, incluso, infiltrando terroristas reclutados y armas y explosivos de contrabando.
Durante la operación antiterrorista del pasado jueves, se detuvo a individuos con experiencia de combate en Siria o que incursionaron en Afganistán, Pakistán y el Kurdistán iraquí, presuntamente integrantes del Daesh (Estado Islámico).
Según las autoridades, se hallaban organizados de una manera más compleja y coherente con los métodos empleados por los servicios de inteligencia de Israel (Mossad).
En esa fecha se les incautaron grandes cantidades de explosivos, bombas listas para usar, precursores de bombas, 100 artefactos explosivos y dispositivos electrónicos para bombas de tiempo. También se les requisaron 17 armas estadounidenses y sus municiones asociadas, dispositivos de comunicación inteligentes y por satélite, uniformes militares, chalecos suicidas y grandes sumas de dinero, entre otros medios.
