Toledo expresó que “no le corro a la justicia, pero le pido por favor que no me maten en la cárcel”.
El expresidente peruano, Alejandro Toledo, pidió este jueves a la justicia de su país que no lo dejen morir en la cárcel, en declaraciones ofrecidas a medios internacionales antes de entregarse a las autoridades de Estados Unidos tras el pedido de extradición.
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El exmandatario, quien estuvo en el poder entre 2001 y 2006, afirmó que “no sé quiénes van a venir a recogerme del Perú, pero lo único que pido es que no le corro a la justicia, pero le pido por favor que no me maten en la cárcel”.
Al mismo tiempo, Toledo, quien es imputado por recibir 35 millones de dólares en coimas por parte de la constructora Odebrecht, afirmó que “déjenme luchar con argumentos”.
#AlejandroToledo El expresidente Alejandro Toledo ya salió de su vivienda en Menlo Park, con unas pequeñas maletas. Se dirigiría hasta el Palacio judicial de San José, en California.
— Karem Barboza (@karembq) April 21, 2023
Salió con su abogada de oficio Mara Goldman y Eliane Karp.
El extitular del Ejecutivo peruano aseguró que se entregará esta jornada a las 09:00 (hora local) a los alguaciles en la ciudad californiana de San José luego de que el juez federal Thomas Hixson emitiera la orden.
Por su parte, intentó paralizar como en ocasiones anteriores el proceso judicial alegando el mal estado de su salud, por lo cual permaneció en arresto domiciliario desde el 2020.
#AlejandroToledo Los trámites para la entrega de Alejandro Toledo ordenado por la Corte del D.N California siguen.
— Karem Barboza (@karembq) April 20, 2023
El Juez Hixson ordena la entrega del pasaporte de Toledo a la Policía Federal a esperas de que se entregue mañana viernes. #LoUltimo@Politica_ECpe pic.twitter.com/UxmwAvzhPy
En este sentido, expresó previamente que “mi salud es muy mala. Tomo 14 pastillas diarias, tengo hipertensión y sufro por los remanentes del cáncer (...) Solo respeten eso, no han probado nada y ya me quieren meter en la cárcel”.
El expresidente ha señalado que no le perdonan el hecho de haber sido el primer mandatario indígena de Sudamérica, lo cual significó el fin de la dictadura fujimorista y estableció el precedente para el arribo al poder del depuesto Pedro Castillo.