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La portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, señaló que la posición de China al respecto es “consistente”.
Autoridades chinas reafirmaron este lunes su llamado a un alto al fuego ante la escalada sin precedentes del conflicto entre Palestina e Israel mientras destacó la necesidad de que la solución acoja el establecimiento de un Estado palestino.
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La portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, señaló que la posición de China al respecto es “consistente”, entretanto, apuntó que Beijing siempre ha apoyado el diálogo y la negociación.
“Pedimos a todas las partes un alto el fuego y el fin de los combates lo antes posible para evitar un mayor deterioro de la situación”, expresó la vocera diplomática.
China pays close attention to the escalating Palestine-Israel conflict. We’re saddened by the civilian casualties and condemn acts that harm civilians. We oppose moves that escalate the situation and destabilize the region and hope fighting will stop and peace will return soon. pic.twitter.com/FpbuXVgLGQ
— Spokesperson发言人办公室 (@MFA_China) October 9, 2023
“China es un amigo común de Israel y Palestina. Esperamos sinceramente ver a Palestina e Israel coexistiendo de forma pacífica y compartiendo seguridad y desarrollo. La vía fundamental para ello es aplicar la solución de dos Estados”, recalcó.
De igual forma, la cancillería china expresó su "profunda tristeza" ante las víctimas civiles y condenó las acciones militares contra objetivos civiles. Además, pidió a la comunidad internacional "un papel práctico" para disminuir las contradicciones.
“La forma de solucionar el ciclo de conflictos entre israelíes y palestinos recae sobre el reinicio de las conversaciones de paz, la aplicación de la solución de dos Estados, la promoción de un acuerdo temprano y adecuado de los problemas a través de medios políticos y lograr que las partes resuelvan sus razonables preocupaciones”, subrayó.
El pasado sábado el Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) atacó territorios ocupados por Israel como respuesta al asalto a la Mezquita de Al-Aqsa en la Jerusalén Oriental ocupada y al aumento de la violencia de los colonos.
Posteriormente, Tel Aviv declaró el estado de guerra y ejecutó masivos bombardeos contra la Franja de Gaza que han dejado un saldo de más de 500 muertos, 2.800 heridos y 123.000 desplazados.
