El empresario brasileño Marcelo Odebrecht, acusado de corrupción y lavado de activos, fue sentenciado a cumplir el resto de su sentencia en su mansión de Sao Paulo, Brasil, luego de pasar dos años y medio en la cárcel.
La caída de la constructora brasileña Odebrecht provocó una grave crisis políticas y sacó a relucir los sobornos hechos por la empresa a funcionarios de diferentes nacionalidades.
En la larga lista de funcionarios implicados en el caso Odebrecht sobresalen los expresidentes peruanos Alejandro Toledo y Ollanta Humala, presos por supuestos vínculos con la constructora, y el actual presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, inmerso en una grave crisis política después de que Odebrecht diera a las autoridades detalles de los pagos que hizo a una empresa del mandatario entre 2004 y 2007 .
A este grupo se suma el vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, culpado por recibir dinero ilícito de la constructora con el objetivo de garantizar la licitación de obra pública.
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El empresario brasileño, de 49 años, fue detenido el 19 de junio de 2015 culpado de pagar sobornos a un grupo de importante políticos en Brasil con el fin de obtener licitaciones de la estatal Petrobras.
La justicia brasileña condenó a Odebrecht a pasar lo que le resta de condena en su lujosa mansión de Sao Paulo. Durante los primeros dos años y medio de arresto domiciliario estará con tobillera electrónica, luego tendrá cinco años de pena, en la primera mitad de esta podrá salir solo durante el día, y en la segunda tendrá arresto domiciliario durante los fines de semana.
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Odebrecht viajará este martes en su avión privado hasta su mansión del barrio Morumbi, Sao Paulo, para reencontrarse con su familia y dar continuidad a la condena.