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El régimen de Israel demolió unas 390 viviendas ilegales en un valle de Cisjordania (capital palestina) en 2013, informó este jueves la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en un informe.
La destrucción de los asentamientos ha provocado el desplazamiento de al menos 600 palestinos hacia el centro del país. Según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, el número de las demoliciones se duplicó frente a las 172 del año 2012.
La ONU por su parte ha actuado a su modo, frente a la expansión de los asentamientos israelíes en Cisjordania, acusando al Gobierno de violar el derecho a la vivienda de los palestinos. En cualquier rincón del mundo han llamado a Israel a poner fin a las construcciones en los territorios palestinos.
Las Convenciones de Ginebra establecen que los asentamientos israelíes son ilegales, no obstante este régimen ha desafiado a las instancias internacionales, construyendo más obras.
El pueblo palestino exige que el régimen de Israel reconozca un Estado independiente de las fronteras de 1967. Sin embargo, Tel Aviv se niega a volver a las fronteras o discutir el tema de Al-Quds, y continúa sus planes de construir más asentamientos en la nación.
En 2011 Israel demolió 622 hogares palestinos en Cisjordania, forzando el desplazamiento de cerca de mil 100 personas, más de la mitad eran niños, de acuerdo con un informe de la oficina de coordinación de asuntos humanitarios de la ONU.
Ante el abuso del régimen, el Gobierno palestino advirtió que las negociaciones se fracturaron, y en tanto no desistan de construir nuevos asentamientos, las relaciones se mantendrán distantes.
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