En las movilizaciones se reunieron hasta 100 mil personas, mientras las autoridades locales esperaban 50 mil.
Miles de italianos se manifestaron este sábado en las principales calles de Roma para exigir la disolución de todas las organizaciones neofascistas y neonazi, luego del asalto a la sede de un sindicato por parte de estos grupos de extrema derecha.
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En las movilizaciones se reunieron hasta 100 mil personas, según fuentes sindicales, mientras las autoridades locales esperaban 50 mil, en un acto de repudio contra los grupos de ideología ultra conservadora, como Fuorza Nuova.
Con pancartas que decían "Nosotros terminamos de hablar con los fascistas el 25 de abril de 1945", los manifestantes rechazaron el ataque contra la sede del mayor sindicato de Italia, la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL).
Buenos días Mundo. Desde Milán, Italia, condenamos los hechos Fascistas perpetrados en Roma y Jesi, contra las sedes de la CGIL, Sindicato de Trabajadores Nacional italiano. Presidio en la cámara del trabajo, Porta Vittoria. Jamás Volverán..
— Niurka Bertha Pico Parra (@niurka_pico) October 16, 2021
No al Facismo
Viva Cuba. Viva Italia pic.twitter.com/qQpTjKAm8B
El 25 de abril de 1945 es la fecha de la ejecución del dictador fascista italiano Benito Mussolini, fusilado por partisanos cuando escapaba a Suiza.
El secretario general del Partido Democrático (PD), Enrico Letta, y el líder del M5S, Giuseppe Conte, acudieron a manifestar su apoyo, a lo que se sumaron los principales líderes políticos, además de miles de miembros de asociaciones, movimientos y partidos.
Las protestas fueron convocadas por diversos sindicatos del país como la CGIL, la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL) y Unión Italiana del Trabajo (UIL).
Sobre los arrestos tras el atentado a la central sindical figuran los líderes de Forza Nuova, Roberto Fiore y Giuliano Castellino, que siguen en prisión después de un juez considerase que habían trazado una estrategia en el asalto a la sede de la CGIL.
Esos ataques suscitaron la indignación en el país y provocado que el Parlamento estudie a partir de la semana próxima varias mociones que piden la ilegalización de los movimientos neofascistas.