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    Expresión, arte, libertad e identidad definen la esencia misma de las fiestas en Trinidad y Tobago.

Las celebraciones llegan a las diferentes regiones de Trinidad y Tobago, con fiestas, conciertos y eventos lúdicos que capturan la esencia alegre del carnaval.

El carnaval en Trinidad y Tobago es una de las festividades más emblemáticas y esperadas del Caribe. Con una historia rica y colorida, este evento cuenta con una tradición arraigada en el país y atrae a miles de visitantes cada año.

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El origen del carnaval en Trinidad y Tobago se remonta al siglo XVIII cuando trabajadores católicos de las plantaciones comenzaron a celebrar bailes navideños para culminar el consumo de carne antes de la temporada de la cuaresma. Los bailes eran realizados por hombres blancos europeos y hombres libres.

Por otro lado, los esclavos de África Occidental, así como los hombres libres, tenían sus propias tradiciones que incluían máscaras y rituales propios de cada grupo y se llevaban a cabo cerca de las plantaciones de azúcar.

Después que los esclavos fueran liberados en 1838, el Canboulay, una fiesta previa al carnaval también conocida como cannes brulées, se convirtió en un símbolo de libertad y resistencia. El Gobierno colonial británico respondió prohibiendo las religiones, las peleas de palos, las enmascaradas y otras expresiones religiosas y culturales provenientes de África. Sin embargo, nunca lograron erradicar lo que hoy en día se ha convertido en un sello distintivo de su identidad.

Con el transcurrir del tiempo, las celebraciones de máscaras se fueron fusionando en la Kalenda, una forma de lucha originaria de la madre África que involucraba el uso de palos acompañados de cantos y tambores, así como rituales de Canboulay.

Pero después de numerosos enfrentamientos con el Gobierno colonial británico, que continuaba tratando de prohibir la música tamborera, los tambores metálicos y las mascaras, finalmente el Canboulay encontró un lugar al ser adoptado los lunes y martes previos a la Cuaresma, convirtiéndose en un símbolo de la cultura trinitense durante el movimiento independentista.

Foto: Quad

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Trinidad y Tobago acoge una variedad de eventos durante el carnaval, cada uno con sus propias características distintivas. En la capital, Puerto España, se lleva a cabo el "Desfile de Bandas", un despliegue impresionante de color y ritmo donde grupos de personas con vestimentas exuberantes y adornos brillantes bailan al son de la música tradicional.

Otros aspectos destacados incluyen competencias de calipso y soca, dos géneros de música autóctonos que forman parte integral de la identidad cultural del país.

En la ciudad de San Fernando, ubicada al sur de Trinidad, se realiza el "Rey y Reina del Carnaval", una competencia en la que los participantes lucen trajes deslumbrantes y elaborados, compitiendo por el título de la figura más destacada del carnaval. Este evento es una verdadera muestra de la creatividad y habilidad artística de la gente de Trinidad y Tobago.

Foto: @GladysteleSUR

Las celebraciones también llegan a las diferentes regiones de Trinidad y Tobago, con fiestas callejeras, conciertos y eventos lúdicos que capturan la esencia alegre del carnaval.

En Tobago, la ciudad de Plymouth acoge un carnaval infantil, donde los más pequeños tienen la oportunidad de unirse a la diversión con sus propios desfiles y disfraces. 

Las características distintivas de los carnavales en Trinidad y Tobago son su originalidad, autenticidad y multiculturalidad. La música, los bailes y los disfraces son una parte integral de la identidad del país, y el carnaval es una plataforma para celebrar y preservar estas tradiciones.

Además, la energía contagiosa y la hospitalidad de los trinitenses hacen que esta celebración sea verdaderamente única.

La afrodescendencia y la reivindicación de la ancestralidad sigue impresa en cada muestra multicultural de los carnavales; más que una fiesta es un encuentro de libertad y expresión.


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