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  • La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene como objetivo la erradicación completa del cáncer de cuello uterino y ha establecido metas específicas para el año 2030 como garantizar que el 90 por ciento de las mujeres diagnosticadas con enfermedad cervical reciban tratamiento.
    En Profundidad

    La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene como objetivo la erradicación completa del cáncer de cuello uterino y ha establecido metas específicas para el año 2030 como garantizar que el 90 por ciento de las mujeres diagnosticadas con enfermedad cervical reciban tratamiento.

Este tipo de cáncer se manifiesta en cualquier parte del cuello uterino, la porción estrecha que conecta el útero con la vagina.

El cáncer de cuello uterino ocupa el cuarto lugar entre los cánceres más comunes en mujeres a nivel mundial. En Europa, se registran anualmente más de 66.000 nuevos casos y más de 30.000 fallecimientos debido a esta enfermedad. A pesar de estas cifras preocupantes, existen datos alentadores que invitan al optimismo, ya que el cáncer de cuello uterino es altamente prevenible. Por lo tanto, es crucial crear conciencia sobre esta patología. El mes de enero se designa como el Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Cuello Uterino.

En conmemoración del Día de la Eliminación del Cáncer de Cuello Uterino, la Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca un aumento en la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) en los últimos años, ofreciendo así un rayo de esperanza en la lucha contra esta enfermedad.

¿Qué es el cáncer de cuello uterino y cuáles son sus causas?

Este tipo de cáncer se manifiesta en cualquier parte del cuello uterino, la porción estrecha que conecta el útero con la vagina. Más del 95 por ciento de los casos de cáncer de cuello uterino se atribuyen al virus del papiloma humano (VPH), la infección de transmisión sexual más prevalente. Según la OMS, actualmente hay aproximadamente 300 millones de mujeres afectadas por esta infección.

Aunque la mayoría de las personas sexualmente activas se infectarán con el VPH en algún momento de sus vidas, es reconfortante saber que el 90 por ciento de las infecciones desaparecen espontáneamente. No obstante, persiste un pequeño riesgo para las mujeres, ya que la infección puede cronificarse, dando lugar a lesiones precancerosas que pueden evolucionar hacia un cáncer de cuello uterino invasivo.

¿Qué aumenta el riesgo de cáncer de cuello uterino?

Dado que el virus del papiloma humano (VPH) es la principal causa del cáncer de cuello uterino, la Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca la crucial importancia de implementar programas de vacunación contra el VPH.

Reducir el riesgo de cáncer cervicouterino implica adoptar medidas preventivas y llevar a cabo prácticas saludables. Aquí hay algunas acciones que pueden ayudar a minimizar este riesgo:

  • Vacunación contra el VPH: La vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) es una medida clave para prevenir el cáncer cervicouterino. Se recomienda que las personas reciban la vacuna antes de que inicien la actividad sexual, ya que es más efectiva en esta etapa.
  • Exámenes regulares y detección temprana: Realizarse pruebas de detección, como la prueba de Papanicolaou (Pap) y las pruebas de VPH, según las pautas médicas, puede ayudar a identificar cambios celulares anormales en el cuello uterino antes de que se conviertan en cáncer. La detección temprana aumenta las posibilidades de tratamiento exitoso.
  • Prácticas sexuales seguras: El uso de condones puede reducir el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual, incluido el VPH.
  • Estilo de vida saludable: Mantener un estilo de vida saludable puede contribuir a la prevención del cáncer cervicouterino. Esto incluye una dieta balanceada, la práctica regular de ejercicio físico y evitar el tabaquismo.
  • Conciencia y educación: Conocer los factores de riesgo y estar informado sobre las prácticas de prevención es fundamental. La educación sobre la importancia de la vacunación y la detección temprana puede fomentar comportamientos saludables.
  • Seguimiento médico regular: Asistir a revisiones ginecológicas periódicas permite un monitoreo constante de la salud del cuello uterino y la detección temprana de posibles anomalías.
  • Gestión de factores de riesgo: Si hay factores de riesgo conocidos, como la infección por VIH, es importante gestionarlos con la ayuda de profesionales de la salud.

En el Reino Unido e Irlanda, se administra la vacuna a niñas y niños de entre 12 y 13 años, seguida de una dosis de refuerzo. Estudios realizados en el Reino Unido revelan que la vacunación contra el VPH ha logrado reducir las lesiones precancerosas y el cáncer de cuello uterino en casi un 90% entre las primeras cohortes que recibieron la vacuna. Suecia incluso proyecta la posibilidad de erradicar el cáncer de cuello uterino en los años venideros.

Además, la educación sexual y el uso del preservativo se presentan como medidas eficaces para reducir la propagación de infecciones de transmisión sexual, incluyendo el VPH.

La OMS también aconseja que todas las mujeres adultas se sometan periódicamente a pruebas de detección del cáncer de cuello uterino, con el fin de identificar posibles cambios en las células cervicales antes de que evolucionen hacia un estado canceroso.

Eliminar el cáncer cervicouterino

La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene como objetivo la erradicación completa del cáncer de cuello uterino y ha establecido metas específicas para el año 2030:

  • Lograr que el 90 por ciento de las niñas estén completamente vacunadas contra el virus del papiloma humano (VPH) a los 15 años.
  • Implementar el cribado mediante una prueba de alto rendimiento para el 70 por ciento de las mujeres a los 35 años y nuevamente a los 45 años.
  • Garantizar que el 90 por ciento de las mujeres diagnosticadas con enfermedad cervical reciban tratamiento.

A pesar de estos objetivos, la OMS destaca que en la mayoría de las naciones, las mujeres que reciben el diagnóstico de cáncer de cuello uterino aún enfrentan desafíos en el acceso a la cirugía, radioterapia, quimioterapia y cuidados paliativos. Además, señala que solo el 65% de los países incluyen servicios de detección de esta enfermedad, y el 69% incorpora la radioterapia en los paquetes de prestaciones como parte de los planes de cobertura sanitaria universal.


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