Un 59 por ciento de los nacionales creen que la reanudación de las clases presenciales empeorará mucho la situación.
Una reciente encuesta realizada por el instituto de opinión brasileño Datafolha, arrojó que en ese país, el 79 por ciento de los ciudadanos consideran que la reapertura de las escuelas podría agravar la pandemia del coronavirus y, por tanto, los centros docentes deberán permanecer cerrados durante los próximos dos meses.
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El sondeo mostró que un 59 por ciento de los brasileños creen que con la reanudación de las clases presenciales la situación sanitaria podría empeorar mucho la situación, otro 20 por ciento consideró que podría agravarse levemente. Mientras, el 18 por ciento de los encuestados piensa que la situación no empeorará y el tres por ciento no supo contestar.
Para los especialistas de Datafolha, quienes encuestaron por teléfono a 2.065 personas de todo el país, las altas cifras de personas que defienden la no reanudación de las clases presenciales, evidencia que existe poca confianza en el control de la pandemia en Brasil y en “la capacidad de organizar protocolos de higiene para un retorno seguro de los estudiantes”.
El instituto de opinión brasileño aseguró además que la opinión de preservar el cierre de las instituciones educativas es mayoritaria en todos los grupos de edad e ingresos, incluidos los que consideran excelente o bueno al Gobierno de Jair Bolsonaro.
76% são contra reabertura de escolas nos próximos dois meses https://t.co/u3BMNrnoEY
— Datafolha - OFICIAL (@Data_Folha) July 7, 2020
De igual forma, en las regiones donde la cantidad de contagios de Covid-19 ya ha disminuido, una gran parte de la población considera que las escuelas deben permanecer cerradas.
En junio, ante los planes de algunos estados de reabrir escuelas y reanudar las actividades presenciales durante los próximos dos meses, Datafolha realizó un estudio que arrojó que el 76 por ciento de los brasileños estaban contra la propuesta.
Actualmente varias ciudades se han pronunciado contra la reapertura de centros educativos, entre ellos, Sao Paulo, cuyas autoridades aseguraron que el regreso a las aulas no se realizará en septiembre, debido al alto riesgo de contagios. En otras como Río de Janeiro, el Tribunal de Justicia del Estado suspendió a inicios de agosto la decisión del ayuntamiento de iniciar las clases en las escuelas privadas.