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Fue uno de los más extraordinarios guaracheros de Venezuela, junto a Cheo García y en su honor se realizó inclusive el Festival Internacional de Soneros de 1979 en Caracas.
Este 10 de mayo de 2023 es desde ya fecha de júbilo para los del Caribe, y en especial para los bailadores y guaracheros venezolanos y colombianos. Se trata nada menos que del Centenario del Natalicio del inmenso cantante venezolano Víctor Piñero, “el negro Piñero” como siempre se le dijo con devoción y cariño a este referente incuestionable de la música popular bailable, el que nació el 10 de mayo de 1923 en El Guarataro, Caracas.
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Este dato no es menor porque esa popular y populosa zona del centro de Caracas ha sido lugar de nacimiento de otros grandes valores venezolanos como el sonero José Rosario Soto, voz solista y fundador de El Sonero Clásico del Caribe, Aquiles y Aníbal Nazoa, periodistas, escritores y militantes por un mundo mejor, sobre todo para Venezuela; La Bailarina Yolanda Moreno es también de El Guarataro al igual que las actrices Eva Blanco y Eva Moreno. También nacieron allí Los grandes cantantes Héctor Cabrera, Héctor Murga, y pasaron parte de su infancia y estudios el actor Virgilio Galindo “Ruyío” y Alfredo Sadel.
En ese Guarataro respondón y de resistencia frente a la imposición del casco central de lo que fueran los mantuanos, nació Víctor Piñero como hijo de un isleño (Canarias), Pablo Julián y de una venezolana, Guillermina Borges. De ese matrimonio nacerían 7 hijos (cuatro mujeres y tres varones) de los cuales Víctor fue el segundo de todos, antecedido por su hermano Faustino.
Habría que señalar, tal y como lo contaron sus hermanas, que Piñero se inició musicalmente en La Guaira, incluso con su hermano Faustino y que esos inicios no fueron para nada fáciles, pues luego del canto pasaban la gorra para recoger las propinas, allí en Muchinga, la zona de tolerancia de La Guaira de esos tiempos. De ahí subió a Caracas para hacer una corta pasantía por la Leonard´s Melody y decidir su rumbo como cantante profesional, que arrancaría con la orquesta de los Hermanos Belisario. Piñero llega a esta agrupación en Caracas, aunque es conocido que la orquesta de los Hermanos Belisario se fundó en Maracay, estado Aragua. Además de ésto, Piñero llegó a esa agrupación siendo ya un cantante profesional con certificación expedida por la Asociación Musical desde 1945.
Cuando éstos Hermanos Belisario se disolvieron (1951) Piñero se quedó con Pedro J. Belisario hasta 1957, ya logró entonces interpretar temas en merecumbé. Francisco Pacho Galán se había adueñado del gusto de los bailadores con su mezcla de Merengue y Cumbia: El Merecumbé, y Víctor pudo al tiempo grabar con ellos un tema que lo catapultó como Rey del Merecumbé, ritmo creado por el trompetista Pacho Galán Blanco en la década de los cincuenta y en la Costa Atlántica de Colombia.
Galán adornó su creación con los instrumentos de viento y una acertada percusión. El rebote en Venezuela fue inmediato. Piñero llegó a grabar el Merecumbé con la orquesta de Jesús Chucho Sanoja.
El Merecumbé
1958 fue un año determinante para Víctor Piñero. Estuvo en el debut de la orquesta Los Melódicos de Renato Capriles y también viajó a Cuba para grabar con La Sonora Matancera. Rogelio Martínez, director de la Sonora le había escuchado y se mostraba inclinado a grabar algunos temas con él. Así fue. El venezolano viajó a La Habana y grabó en los estudios de Radio Progreso cuatro temas con la Matancera, a saber: Río Manzanares,de José Antonio López, Maquinolandera de Margarita Rivera, No quiero nada con su Mujer de Porfi Jiménez, y Puente Sobre El Lago, de Antonio Mas y Rubi. Estaba comenzando ese año de 1958. Martínez lo invitó a realizar una gira junto a la Sonora por Puerto Rico, República Dominicana, Haití, Jamaica, Panamá y EEUU.
Puente sobre el lago
Es importante destacar que tiempo después, apoyando a Billo Frómeta, quien estaba en Cuba por una increíble sanción musical en Venezuela, Víctor Piñero participó en el disco Carnaval con Billo, editado en Cuba para el sello Sonus con asesoría de Bebo Valdés y dirección de Johnny Quirós. Graba varios temas y uno que se popularizó inmediatamente fue su versión de Lamento Naúfrago. Esto le implicó una sanción en Venezuela y su primera separación de Los Melódicos. (La segunda sería cuando grabó con Pacho Galán en Colombia)
Al poco tiempo del periplo cubano ya estaba retornando a Caracas para grabar con la Sonora Caracas y después ingresar a Los Melódicos, para su fundación el 15 de julio de 1958, teniendo como vocalista acompañante al panameño Germán Vergara.
Se inició así una etapa brillante en la que él podría alternar con diversas orquestas, incluyendo una que trató de formar, Los Caribes, hasta que en 1968 se quedó definitivamente con Los Melódicos y con ellos permaneció y se despidió del plano físico, sobre tarima en enero de 1975.
La versión contada a esta periodista por el propio Renato Capriles, quien dirigía la orquesta, es que estaban tocando un set para que iniciara la cena “de Reyes”. Víctor interpretó Las Pilanderas y luego se retiró a un lado del escenario teniendo en sus manos una maracas recogidas de un atril. Uno de los músicos se dio cuenta de que algo no andaba bien y fue presuroso hasta él cuando justamente se iba a desplomar.
Las Pilanderas
Lo colocaron en un sillón y fue entonces cuando Renato Capriles, micrófono en mano solicitó a algún médico que estuviera en el Hotel Tamanaco. Enseguida subió uno y luego de auscultarlo dijo: Piñero está muerto. El infarto había sido fulminante.
Fue uno de los más extraordinarios guaracheros de Venezuela, junto a Cheo García y en su honor se realizó inclusive el Festival Internacional de Soneros de 1979 en Caracas.
Veneración
Dejó cuatro hijos, todos varones, y una familia venezolana que sigue lamentando su ausencia.
Se cumple el centenario del natalicio de uno de los mejores guaracherosde Venezuela y del Caribe. Hay deudas que saldar cuando se trata de la música bailable, sobre todo en tiempos que se trata de desarmar al baile como punto de encuentro entre los seres humanos.
Valga esta memoriosa fecha para reivindicar el baile y todo lo que se hace por la juntura sabrosa de los ritmos. Víctor Piñero fue y sigue siendo un ejemplo de dignidad musical y de sabrosura absolutamente Caribe.
