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  • Una nación que “recupera con Luis Arce no solo la democracia, sino también la esperanza”, opinó el expresidente Evo Morales sobre el nuevo jefe de Estado, a quien llamó “hermano de compromiso por la liberación de nuestro querido país”.
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    Una nación que “recupera con Luis Arce no solo la democracia, sino también la esperanza”, opinó el expresidente Evo Morales sobre el nuevo jefe de Estado, a quien llamó “hermano de compromiso por la liberación de nuestro querido país”.

Así pues, tres veces Jallalla, significa resistencia y lucha. Emancipación y larga marcha de autogobierno por su libre determinación como pueblo indígena. De vuelta a su rumbo, inicia un nuevo tiempo para Bolivia.

“Hermanos, simplemente pedir a nuestros Achachilas, nos den sabiduría para poder llevar adelante al país en paz, tranquilidad y en prosperidad. Jallalla hermanos”, manifestó Luis Arce, presidente electo de Bolivia.

Con una ofrenda a la Pachamama y encomiendas para afianzar el gobierno que comienza, el presidente electo de Bolivia y su vicepresidente, David Choquehuanca, recibieron los símbolos de la energía en la ceremonia ancestral.

En el templo prehispánico de Tiwanaku, próximo a La Paz, capital de la nación, tuvo lugar la ceremonia privada donde los amautas ofrecieron dos diademas, en representación de los Apus (dioses) máximos. Para Arce el símbolo del Sol, a Choquehuanca el Apu, el de la Luna. Síntesis de la energía, el agua y la vida, imprescindibles para "Vivir Bien".

Ambos líderes fueron los ganadores con el 55,18 por ciento de votos, en los comicios del pasado 18 de octubre del 2020, por lo que la ceremonia es el mejor augurio, después del gobierno de facto que negaba hasta sus esencias. Modo de reivindicar la victoria de 2019, arrebatada a Evo Morales, representante, como Arce, del Movimiento al Socialismo (MAS).

Bolivia ​es un país soberano de 11.633.371 de habitantes, situado en la región centro-occidental de América del Sur. Políticamente constituido como un estado plurinacional, descentralizado con autonomías.

Una nación que “recupera con Luis Arce no solo la democracia, sino también la esperanza”, opinó el expresidente Evo Morales sobre el nuevo jefe de Estado, a quien llamó “hermano de compromiso por la liberación de nuestro querido país”.

Ya Evo, en pleno acto de justicia, regresó a su patria, a su casa. En su honor, han preparado un almuerzo en Orinoca, el pueblo natal, no sin detenerse en el ranchito de adobe que fuera el hogar de la infancia.

Gracias hermanos, repetía Evo, una y otra vez, personalmente y por las redes sociales. Mientras junto a Álvaro García Linera -quien fuera el vicepresidente-“mi hermano de vida y de lucha, regresamos por caminos que hemos añorado tanto, para encontrarnos con la multitud de mineros de Atocha y su indeclinable compromiso revolucionario y afecto”.

En Uyuni rumbo a las localidades de Challapata, Sevaruyo y Oruro, el exmandatario ha sido aclamado y retenido por el pueblo en cada sector de la carretera, donde los campesinos le ofrecen su comida típica y emotivos agradecimientos, a veces, llenos de lágrimas.

Junto a él, en la mesa principal, han estado en su gran mayoría las cholas, mujeres dedicadas a las causas sociales y dirigentes de organizaciones indígenas. Los mineros con sus cascos, le han hecho una guardia de honor. Lo reciben con sentimiento, en festejo popular.

El recorrido se produce en medio de tensiones latentes. Protestas de pequeños grupos de opositores que buscan impugnar las elecciones del 18 de octubre del 2020. Algunos ciudadanos llegaron hasta la plaza principal 14 de Septiembre, para rechazar la llegada del expresidente Evo Morales a Bolivia. No se conforman con el mandato de la mayoría en las urnas y aseguran que debe responder a la justicia por diferentes delitos.

El exmandatario pudo regresar después de que la justicia boliviana anuló una orden de aprehensión en su contra, interpuesta por el gobierno de la expresidenta interina Jeanine Áñez.

En su caravana de retorno desde la frontera con Argentina hasta Cochabamba, tras casi un año, Evo fue recibido por centenares de seguidores, ante quienes afirmó: “Hemos recuperado la democracia sin violencia, hemos recuperado la patria”.

Para esa mayoría, sus acertadas palabras al momento de la partida fueron una realidad, cuando evocó a Tupac Katari: “volveremos hechos millones”

Jallalla tres veces

La aclamación es parte de la ceremonia ancestral.

Según la investigadora aymara Angelina Mamani, implica una sensación de esperanza, acompañada por el fuerte deseo de que lo pedido se cumpla. También se registran otros usos de la expresión: “Jallalla Túpac Katari, Jallalla Bartolina Sisa”, se oye decir en homenaje a esta pareja que simboliza la rebelión indígena contra la Colonia.

Pero hay una lectura más profunda, refiere el estudioso Fernando Huanacunial “restablecimiento de la armonía de lo que no vemos con lo que vemos”. Y es que la cosmovisión andina, reconoce una dimensión invisible (arriba) y una visible (abajo). Es la razón de que en las ceremonias, las ofrendas, los ritos, la challa (rociar la tierra con bebida en señal de reciprocidad) buscan mantener o restablecer el equilibrio entre ambas dimensiones.

Entonces el “jallalla”, tiene el significado sustantivo de concordar, ajustar, convenir, armonizar no sólo para la dimensión humana, sino que este regocijoes para la montaña, la tierra, el río, el árbol; para el todo que somos en el Universo.

El gabinete de la armonía

Luis Arce conformó su gabinete al día siguiente de su juramento. No hay tiempo que perder en un gobierno que prometió será “sumamente austero”, donde sus colaboradores tienen la obligación de reconstruir la economía del país, dijo en el acto celebrado en la Casa Grande del Pueblo.

“Iniciamos una nueva etapa en nuestra historia y queremos hacerlo con un gobierno que sea para todas y para todos, sin discriminación”, anunció visiblemente emocionado. “Nuestro gobierno buscará en todo momento reconstruir nuestra Patria y vivir en paz. En este camino, la democracia es un valor fundamental de los pueblos”.

El presidente de Bolivia, afirmó que el país atraviesa tres crisis: la institucional generada por “un gobierno que no salió de las urnas” en 2019, la sanitaria producto de la pandemia de coronavirus y la económica “derivada de la incapacidad del gobierno de facto”.

En estos momentos, el total nacional de contagios por Covid-19 en Bolivia, se encuentra en 142.664, de ellos 18.657 activos y 8.808 fallecidos, según reporta el Ministerio de Salud.

En su alocución ante la Asamblea Legislativa, el mandatario había adelantado que el gobierno saliente de Jeanine Áñez había destrozado la economía del país. “Vamos a trabajar para recuperar los niveles de crecimiento que el gobierno de facto hizo añicos”, prometió quien fuera ministro de Economía del país.

“No es sólo recuperación, sino reconstrucción de la economía. Por eso hemos recurrido a lo mejor que podíamos traer para trabajar en un equipo, en una familia, porque lo que nos resta a los bolivianos, solo es trabajar para salir de la crisis”.

Arce también denunció la persecución y la masacre llevada adelante por el gobierno de facto que derrocó a Evo Morales en 2019. “Bolivia fue escenario de una guerra interna y sistemática contra el pueblo, especialmente contra los más humildes”, y recordó a las víctimas de las masacres de Sacaba, Senkata y Pedregal.

“Se estigmatizó a los movimientos sociales, a campesinos, indígenas y obreros. Se humilló a las mujeres de pollera, se quemó nuestra wiphala, que es como quemarnos a nosotros mismos y nuestras raíces -afirmó Arce-. Estos sectores minoritarios levantan la bandera de la democracia cuando les conviene y cuando no, recurren a la desestabilización, a la violencia y a golpes de Estado para hacerse del poder”.

Vayamos todos juntos

“No lograron apagarnos, estamos vivos”, es la más sentida expresión del actual vicepresidente, David Choquehuanca, en su convocatoria a la hermandad, a la unidad, convencido de que son hijos de una cultura milenaria, comprensiva de la interconexión cósmica, donde nada está dividido.

“Por eso nos dicen que todos vayamos juntos, que nadie se quede atrás, que todos tengan todo y a nadie le falte nada”. Para los ancestros, como entiende David Choquehuanca, el bienestar común se revierte en el individual, por lo que ayudar al prójimo es motivo de crecimiento y felicidad.

“El ayni, la minka, la tumpa, nuestra colka y otros códigos de las culturas milenarias son la esencia de nuestra vida, de nuestro ayllu”. Ayllu no solo es una organización de sociedad de seres humanos, ayllu es un sistema de organización de vida de todos los seres, de todo lo que existe, de todo lo que fluye en equilibrio en nuestro planeta o Madre Tierra”.

“Los pueblos de las culturas milenarias, de la cultura de la vida mantenemos nuestros orígenes desde el amanecer de los tiempos remotos”. Durante siglos, los cánones civilizatorios del Abya Yala fueron desestructurados y muchos de ellos exterminados, el pensamiento originario fue sistemáticamente sometido al pensamiento colonial, sentenció. “Somos de Tiwanaku, somos fuertes, somos como la piedra, somos cholke, somos sinchi, somos Rumy, somos Jenecherú, fuego que nunca se apagaba, somos de Samaipata, somos jaguar, somos Katari, somos comanches, somos mayas, somos guaraníes, somos mapuches, mojeños, somos aymaras, somos quechuas, somos jokis, y somos todos los pueblos de la cultura de la vida que despertamos larama, igual, rebelde con sabiduría”.

La Bolivia que viene

Ya el Banco Mundial hizo un pronóstico sobre Bolivia. La actual recesión provocará una caída del 5, 9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Esta situación recuerda a 1983, con una inflación histórica y la devaluación de su moneda. 

Desde que el líder indígena Evo Morales asumió la presidencia de Bolivia en 2006, hasta 2019 -fecha del golpe de Estado- la nación andina implicó a sus habitantes en transformaciones económicas y sociales, que marcaron un después de la miseria, la ignorancia y la discriminación.

Para el año 2018, el crecimiento económico marcaba un 4,7 por ciento y un PIB superior a los 40.000 millones de dólares.

Con la nacionalización de los hidrocarburos, el Estado boliviano aseguró un ingreso de 12.424 millones de dólares, para los primeros seis años, lo que significan 2.000 millones de dólares anuales, distribuidos en beneficios sociales para las gobernaciones, municipios y universidades estatales. El desempleo fue reducido sustancialmente a nivel urbano, de 8, 1 por ciento a 4, 2 por ciento, en 2019.

Para el 2010 la Organización de las Naciones Unidad para la Educación, la Ciencia y la Cultura -UNESCO- declaró a Bolivia, “Libre de Analfabetismo”.

El triunfo del pueblo, frente a la representación elitista del gobierno de facto, es un manifiesto de rescate de esos beneficios sociales y económicos arrebatados.

Fue precisamente, la nacionalización del sector hidrocarburífero, una de las primeras medidas que permitió usar el excedente para costear programas sociales. Con el desgobierno de este año 2020, los malos manejos económicos pusieron en riesgo a la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

Aun siendo un candidato presidencial por el MAS, Luis Arce denunció reiteradamente el desfalco de YPFB y otras compañías como Mi Teleférico y Boliviana de Aviación.El actual presidente,adelantó-durante su campaña-al diario británico Financial Times, que retomará el programa de cambios, iniciado en 2006 por el líder indígena Evo Morales.

Su programa está basado en la recuperación de los recursos naturales de la nación andina, un tiempo austero, mucho trabajo y la batalla por la vida, lo que los ubicará nuevamente en el proceso de crecimiento económico yel descenso de la desigualdad.“Rectificar lo que estuvo mal y profundizar lo que estuvo bien”, aseguró Arce y sostuvo que la democracia implica proteger “el acceso a la salud, a la educación, al trabajo, a los ingresos y a la vivienda”. “Democracia es el derecho de disfrutar de la riqueza que es para todos, no para unos cuantos”.

Así pues, tres veces Jallalla, significa resistencia y lucha. Emancipación y larga marcha de autogobierno por su libre determinación como pueblo indígena. De vuelta a su rumbo, inicia un nuevo tiempo para Bolivia.


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