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  • El informe difundido por la FAO este martes es una recopilación de 33 investigaciones de unos 90 estudiosos del orbe.
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    El informe difundido por la FAO este martes es una recopilación de 33 investigaciones de unos 90 estudiosos del orbe.

La Oficina Regional FAO para América Latina y el Caribe dio a conocer este martes un informe de cara a la Agenda 2030 y los ODS, recopilación de 33 investigaciones.

La Oficina Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para América Latina y el Caribe, dio a conocer el informe que 2030: Alimentación, agricultura y desarrollo rural en América Latina y el Caribe, una reflexión sobre el futuro de la agricultura, los sistemas alimentarios y el mundo rural de la región, en el contexto de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

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El estudio realizado por la FAO contó con la colaboración del Instituto de Estudios Peruanos, y la participación de más de 90 expertos regionales e internacionales del organismo especializado, así como otras agencias de Naciones Unidas, Universidades y Centros de Investigación.

El informe recopila 33 documentos que abordan distintas dimensiones de la agricultura, la alimentación y el desarrollo rural en la región.

1.Cambio climático y su influencia en la agricultura

Las consecuencias del aumento en la temperatura serán múltiples y variadas: es probable que la producción de secano de maíz y frijol en grano se vea severamente afectada por un aumento del estrés hídrico estacional en México, América Central y el Caribe, norte de Sudamérica y noreste de Brasil.

La preponderancia de la salvaguarda de la región toma proporciones globales porque, aunque representa solo el 16 por ciento de la masa continental del planeta, provee y importantes recursos naturales y servicios ecosistémicos, como la selva Amazónica.

El sector agropecuario en la región es un sector dinámico que creció a una tasa promedio de 2,8 por ciento entre 2000 y 2016, debido a la expansión de las exportaciones, que crecen a una tasa de 8 por ciento anual desde el 2000.

Uno de los puntos estratégicos del sector agrícola en la región es la agricultura familiar, pues desde 2011, cuando la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas definió que 2014 sería el Año Internacional de la Agricultura Familiar, dicha noción pasó a ser fortalecida en algunos países y difundida e incorporada en muchos otros.

Este aspecto fue reconocido tanto por su importancia para la producción sostenible de alimentos y la seguridad alimentaria y nutricional, como para la erradicación de la pobreza.

2. Cultivos ilícitos y minería ilegal

La región latinoamericana enfrenta, desde hace al menos medio siglo, enormes retos relacionados con las economías ilegales a gran escala, concentradas, por un lado, en el tráfico de estupefacientes como tráfico de estupefacientes el cánnabis, la cocaína, la heroína y las drogas de síntesis, y por otra parte los minerales y las piedras preciosas, extraídas ilegalmente.

A estos aspectos se une el tráfico de armas, maderas y la trata de personas, entre otros. El problema suele ser considerado como una cuestión de seguridad nacional, cuya solución requiere políticas que integren la dimensión del desarrollo rural y territorial en las agendas de seguridad territorial de los países y zonas fronterizas de América Latina.

3. Recursos naturales

América Latina y el Caribe cuenta con un capital natural (tierra, bosques) y recursos no re-novables (petróleo, gas y minerales) que contribuye en un 17 por ciento al crecimiento de su riqueza, colocándola como la segunda región con mayor contribución del capital natural a su riqueza, después del medio oeste y norte de África.

La región cuenta con algunas de las cuencas hidrográficas más extensas del planeta, como la Amazonia, que aporta el 20 por ciento del agua dulce y aloja casi el 30 por ciento de los ecosistemas de manglar del planeta.

4. Situación de los pueblos indígenenas

Las investigaciones insisten en que las estrategias de superación de la pobreza deben incorporar a los pueblos indígenas y a la población afrodescendiente como aliados claves para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y no deben considerarlos sólo como receptores pasivos de los programas públicos, las iniciativas de responsabilidad social empresarial o los emprendimientos sociales que buscan me-jorar su calidad de vida.

5. Alimentación

Los sistemas alimentarios están reconocidos a nivel mundial como la suma de los diversos elementos, actividades y actores que, que al relacionarse permiten la producción, transformación, distribución y consumo de los mismos.

Los actuales sistemas alimentarios, aunque son más eficientes desde distintos puntos de vista, también han generado efectos negativos de carácter social, ambiental y de salud debido a las prácticas de producción, procesamiento, comercialización y consumo existentes.

Uno de los mayores problemas en ese sentido es el aumento de las tasas de sobrepeso, pues en adultos creció en más de 20 puntos porcentuales, de un 33,3 a un 57,7 por ciento, entre 1975 y 2015, mientras que los índices de obesidad en adultos se triplicaron en igual periodo, pasando de 7,8 a 23,6 por ciento.

Los estudios destacan que la agricultura y la producción de alimentos se orientan cada vez más al suministro de supermercados urbanos y periurbanos.

Es por eso que las recomendaciones de los investigadores apuntan a la necesidad de promover cambios profundos en los modos de consumo y producción de alimentos de cara al logro de las metas acordadas en la Agenda 2030.

6. Desarrollo rural

Respecto al desarrollo rural, varios de los investigadores defienden que sin desarrollo rural no habrá desarrollo sostenible en la región.

Los autores concluyeron que el ámbito rural latinoamericano y caribeño alberga una parte importante de la población total de la zona, idea que refuerza el estudio Lo rural y el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe, pues revela que alrededor del 90 por ciento de las superficies de los países en el mundo son “rurales”.

Los aportes de las zonas rurales benefician a la mayoría: producción de alimentos agropecuarios, por las tierras agrícolas; energía y servicios ambientales; recursos naturales y paisajes que favorecen la actividad turística; y reservas de agua dulce.

Sin embargo, en contraste, son los lugares con mayores niveles de subdesarrollo, atraso social, violencia, inseguridad y propicio a la proliferación de economías ilegales.

Por otro lado, los investigadores Martin Piñeiro y Pablo Elverdin plantean varias tendencias que afectan a lo rural como son el debilitamiento de las reglas del comercio multilateral; la evolución de los acuerdos de integración regional; el cambio en los patrones de consumo como consecuencia de las preocupaciones vinculadas a la salud humana y al cambio climático; la transnacionalización de la agricultura a través de la inversión extranjera directa; el impacto del cambio climático sobre la agricultura; cambios sustantivos en la matriz energética mundial; aplicación de la biotecnología, la digitalización, la robotización, las telecomunicaciones y otros avances tecnológicos en la producción agropecuaria.

 

Del mismo modo, los especialistas alertan sobre la urgencia de una profunda transformación regional para avanzar hacia una alimentación saludable, una ruralidad próspera y una agricultura plenamente sostenible.

El empleo de las personas que viven en la zona rural ha cambiado: se observa una caída del empleo rural agrícola y un incremento del empleo en el sector servicios

7. Impacto de las nuevas tecnologías

Múltiples tecnologías están impactando eneromemente en el mundo rural: la mercadotecnia, la agricultura de precisión, la extensión agrícola, el control de pestes y enfermedades, el riego, la información de mercado, la logística y comercialización, la trazabilidad y certificación, el monitoreo del ciclo de vida de productos y servicios, los pagos de subsidios públicos a los agricultores, la evaluación del cumplimiento de las regulaciones públicas, el control social para enfrentar la corrupción.

En la situación actual, el sector agroalimentario y otras actividades basadas en recursos naturales constituyen opciones estratégicas para el desarrollo económico de los países de América Latina y el Caribe, y muchos de ellos diseñan políticas para impulsar las zonas rurales y sacarlas del subdesarrollo que en muchos casos viven.


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