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  • Desde el inicio del Paro Nacional en Colombia, se han registrado más de 2.000 denuncias por violencia policial contra los manifestantes.
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    Desde el inicio del Paro Nacional en Colombia, se han registrado más de 2.000 denuncias por violencia policial contra los manifestantes.

La actuación del Esmad en Colombia ha sido polémica ante los diversos casos registrados de civiles fallecidos durante sus intervenciones.

El Esmad es el Escuadrón Móvil Antidisturbios colombiano creado en 1999 durante el Gobierno de Andrés Pastrana; depende de la Policía y está adscrito al Ministerio de Defensa.

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A pesar de que fue fundado bajo un decreto transitorio, el expresidente Álvaro Uribe Vélez lo formalizó y creó un curso para capacitar a los agentes que integran dicho escuadrón.

Desde que fue creado, como Comando Antidisturbios, se ha caracterizado por el uso de la fuerza, pues han cobrado la vida de varias víctimas, incluidos 18 muertos en Bogotá (capital), asesinados el Día del Trabajo en el año 2005.

Su actuación también ha sido polémica ante los casos registrados de civiles fallecidos durante sus intervenciones, como el homicidio del menor Nicolás Neira, quien murió a causa de los contundentes golpes producidos por miembros del organismo.

El Esmad es el escuadrón especializado para el control de manifestaciones que existe en Colombia, sin embargo, para la politóloga María Ocampo Jaramillo, este escuadrón no hace uso de la fuerza, sino de violencia, debido a que incumplen el marco legal establecido para el control de manifestaciones y disturbios en el país.

El Esmad “es el escuadrón encargado del control de disturbios, multitudes, desbloqueos viales y desalojo de espacios públicos o privados, que se presenten en zona urbana o rural en el territorio nacional para el establecimiento del ejercicio de los derechos y libertades públicas”, refiere el Ministerio de Defensa Nacional.

La finalidad de su creación fue la de apoyar en la atención, control y manejo de multitudes en el ámbito nacional cuando estos desbordan la capacidad de la policía regular, es por ello que el Esmad se considera un escuadrón de la Policía, pero está desconcentrado de la Dirección Operativa de la misma.

A los miembros se les da capacitación para hacer uso de un “rango de fuerza proporcional y razonable” en el control de las manifestaciones y disturbios.

No obstante, en el contexto de movilización social de la Presidencia de Juan Manuel Santos, se registraron 28 noticias sobre el accionar del Esmad que se agruparon bajo la categoría de uso de la violencia, 17 de ellas en Cundinamarca, Cauca, Antioquia, Valle del Cauca, La Guajira y Atlántico.

Casos emblemáticos de la violencia del Esmad

Aunque la violencia del Esmad es generalizada en el país, y es conocido por muchos el gran daño que han ocasionado en el contexto de movilización social, algunos casos han sido más notorios que otros.

Uno de estos fue el asesinato de Nicolás Neira y de Oscar Salas, pues, representan la represión estatal, la estigmatización de las víctimas y la impunidad. En estos casos también queda en evidencia el abuso policial y el proceder ilegal del Esmad, debido al uso de armas no convencionales.

Además, queda demostrada la criminalización hacia los manifestantes y las víctimas. El caso de Nicolás Neira, en el año 2005, logró visibilidad debido a la presión que ejerció su padre, Yuri Neira, durante muchos años.

El 1 de mayo, Nicolás Neira, junto a otros manifestantes, fue atacado con gas lacrimógeno y golpeado con bastones, incluso después de haber quedado inconsciente.

Los miembros del Esmad no le brindaron los primeros auxilios, por lo que varios manifestantes acudieron a ofrecer su ayuda. Cinco días después, el menor falleció en la Clínica Jorge Piñeros Corpas.

Luego de un fallo sancionatorio de primera instancia, en el año 2009, el procurador general de la Nación, Alejandro Ordoñez, resolvió que se absolviera de cualquier responsabilidad al capitán Julio César Torrijos, así como al subteniente Edgar Mauricio Fontal, argumentando que el menor había creado el riesgo al asistir y participar en una protesta en la que se presentaron hechos de violencia, destaca un trabajo de investigación realizado para la Universidad Santo Tomás en Colombia.

Además de la lucha a nivel jurídico, Yuri Neira ha sido víctima de amenazas, intentos de asesinato, hostigamiento y persecución por lo que, varias veces, ha tenido que huir del país. Ahora se ha convertido en un referente como defensor de derechos humanos en el marco de la protesta social en Colombia.

Otro caso emblemático fue el de Oscar Salas, un estudiante de 20 años de edad de la Universidad Distrital, quien fue asesinado en una manifestación el 6 de marzo de 2006. Sufrió una herida en el ojo por un arma no convencional usada por el Esmad, la cual se conoce como 45 recalzada.

Dicha arma es una cápsula de gas lacrimógeno rellena de canicas y explosivos que se dispara con las mismas pistolas usadas para arrojar el gas lacrimógeno.

En los últimos años, el Esmad también ha sido responsabilizado por la muerte del joven Dilan Cruz, durante el Paro Nacional de noviembre de 2019, quien fue impactado por un proyectil disparado por un miembro del Esmad. Su caso generó un gran descontento en el país.

Otro hecho que causó la indignación de muchos ciudadanos colombianos y usuarios en las redes sociales fue el caso de una tanqueta del Esmad que atropelló a varios jóvenes.

Posición oficial

Tras la muerte de Dilan Cruz durante la represión del Esmad contra las manifestaciones del Paro en 2019, Álvaro Uribe Vélez fue uno de los primeros en defender a los involucrados en el hecho.

“Elevo a Dios una oración ante el fallecimiento del joven Dilan Cruz, ante el asesinato de los policías Valentino, Norbey y Ever; Rezo a Dios por el dolor de las familias, por la angustia del agente del Esmad que lanzó, con intención disuasiva y no fatal, la granada lacrimógena", aseguró en su momento a través de sus redes sociales.

Recientemente, el presidente de la nación, Iván Duque, reivindicó el papel que juegan los policías y militares en los conflictos sociales, acotando que: Los hombres y mujeres que portan los uniformes de las Fuerzas Armadas y de Policía encarnan nuestros valores democráticos”, agregando que las fuerzas de seguridad colombianas llevan los derechos humanos “en su corazón”.

En el día 21 de las jornadas de movilizaciones contra las políticas neoliberales de Duque, mientras el Comité Nacional de Paro y representantes del Gobierno estaban dialogando, el mandatario ordenó a las fuerzas públicas un mayor despliegue operacional para desbloquear las vías del país, acción tomada por la población en medio del Paro Nacional para hacerse escuchar por las autoridades.

Hasta el 18 de mayo, la organización no gubernamental (ONG) Temblores y el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) han registrado 2.387 casos de violencia policial, 43 homicidios presuntamente cometidos por la policía y 1.139 detenciones arbitrarias.


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