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  • Amó mucho a su país y a su gente. Su obra musical así lo revela, desde “Piel Canela” hasta “ Las tumbas” compuesta para su compatriota Ismael Rivera. Hace 31 años pasó a la inmortalidad.
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    Amó mucho a su país y a su gente. Su obra musical así lo revela, desde “Piel Canela” hasta “ Las tumbas” compuesta para su compatriota Ismael Rivera. Hace 31 años pasó a la inmortalidad.

Hay en la actualidad un contingente de jóvenes que cantan y bailan, y hasta enamoran al conjuro de temas de los que saben la letra. Pero ¿Quién hizo esas letras? ¿Qué historias hay detrás de cada una de las piezas que cantamos y bailamos?

El aniversario 31 de la partida física de Bobby Capó se convierte en un extraordinario ejemplo para mirar la creatividad de los compositores de América Latina y el Caribe a través del prisma de un extraordinario músico de Puerto Rico: Félix Manuel Rodríguez Capó, Bobby Capó para la inmortalidad.

He acá algunos títulos de temas que se cantan y bailan sin posiblemente saber del autor: El Caballo Pelotero, Llorando me dormí, El Bardo, Piel Canela, El negro bembón, Dormir contigo (sale el sol), Sin fe, Las Tumbas, El incomprendido, Luna de miel en Puerto Rico, Si te cojo, Ella no merece un llanto, María Luisa, Juguete, Mi adorada, Por qué ahora y muchas más creadas todas por Bobby Capó, boricua que puso muy en alto el nombre de su tierra natal y que conforma junto a Tite Curet Alonso, Pedro Flóres y Rafael Hernández, un selecto grupo creador surgido en Borinquen. He acá su historia.

Nacer en Coamo

Coamo es una población ubicada al sur de Puerto Rico, relativamente cercana a la costa boricua sobre el mar Caribe. Allí entonó su primera canción el 1° de enero de 1922. (Algunos investigadores sostienen que nació en 1921). Los primeros aplausos, por consiguiente fueron de Armenia, su madre. Nació de la relación de un hombre blanco y adinerado, Celso Rodríguez y de una negra doméstica, Arsenia Capó. No estaban casados.

El niño Félix Manuel nació con unas condiciones innatas para la composición. Desde que contaba apenas 13 años ya ejercitaba su pluma, y escribió su primera canción titulada “Carmen”. Ya para entonces tocaba el clarinete en la banda de su escuela.

A los 15 años empezó a cantar en radio, primero en el programa “La Tribuna del Arte” y dos años después en “Ofertas Matinales” en San Juan, la capital boricua. Ya lo encontramos, por consiguiente dispuesto a conseguir su puesto en la música de su país. Quería ser abogado, pero el canto era su pasión. Cuando se trasladó de Coamo a San Juan, sepultó sus aspiraciones jurídicas y se decidió por la poesía y la música.

San Juan en esos momentos, como La Habana en esa década de los treinta era un hervidero de cantante, ideas, poetas, directores de orquesta y posibilidades de triunfo, si había calidad. Y calidad tenía Félix Manuel porque ingresó al conjunto de Rafael Hernández lo que ya es mucho decir dada la fama del autor de Campanitas de Cristal y Lamento Borincano.

Hay que destacar que ingresó al legendario Cuarteto “Victoria” en sustitución de Pedro Ortiz Dávila, Davilita, quien se encontraba bastante enfermo y en esa condición se dio su primera gira internacional con Rafael Hernández hacia 1940. Se hizo llamar Bobby Rodríguez para ese viaje que tuvo por destino a Bogotá, Colombia. fue allí donde, por petición del autor de Lamento Borincano Bobby Capó escuchó cantar por primera vez a Marco Tulio Maristany. Hernández se lo puso como ejemplo y a Capó no le gustó eso aunque reconoció la hermosa voz y afinación de Maristany. Después de ese viaje que los llevó también a Aruba y Curazao, Bobby cambió el Rodríguez por el Capó e inició periplo propio.

Ese mismo año de 1940 realiza su primera grabación, pero no eran temas de su autoría. Bobby Capó grabó Los siento por ti, Noche y día, Cuatro personas y Bilongo entre otras.

El primer tema grabado por él siendo de su autoría fue María Luisa y lo grabó junto al Cuarteto Marcano. La lista de grabaciones incluye al Cuarteto Caney, Noro Morales, Machito, Roberto Quintón y José Morand.

El despegue

En 1941 Bobby capó contrajo matrimonio con la joven Mercedes Ramos, pero ella falleció relativamente pronto. De esa unión que duró apenas tres años nació Roberto Ricardo, el primero de los hijos que tendría este músico.

Entre San Juan y Nueva York se va desenvolviendo su vida artística, con grabaciones y actuaciones diversas, en varios países. Se sabe que en agosto de 1943 tuvo su primera presentación en Venezuela. Actuó en un conocido hotel y fue a diversos programas de radio, destacando la entrevista que le hiciera Pancho Pepe Cróquer, inolvidable locutor y hombre del automovilismo.

Llega así 1946, año del gran despegue para Bobby Capó. Ese año actuó al lado del gran cantante cubano Miguelito Valdés, llamado “Mister Babalú” y a Valdés le gustó tanto el estilo de Capó que lo recomendó a la Radio cadena Azul de La Habana para que lo llevaran a la isla. Y así fue. En la capital cubana fue contratado para trabajar con orquestas como las de Rodrigo Prats, Leonardo Timor y Adolfo Guzmán. Con los meses sería Bobby Capó quien recomendaría a Daniel Santos, y los dos terminaron grabando con la también legendaria Sonora Matancera.

Para 1949 Capó se vuelve a casar, esta vez con Irma Nydia Vásquez con quien tuvo cinco hijos: Félix Manuel, Irma Nydia, Waldo Rafael, Soraya Marie y Jacqueline Marie. Casi inmediatamente comienza su tránsito por México al ser llamado para participar en varias películas. Por ejemplo, en “El pecado de ser pobre” trabaja al lado de Dámaso Pérez Prado y Pedro Vargas. También trabaja en la película “Sensualidad” y en “Anacleto se divorcia” donde canta a dúo con la cubana Rita Montaner.

Es en 1952 cuando a instancias del dueño del famoso sello disquero Seeco Bobby Capó vuelve a La Habana para grabar nueve temas con la orquesta Sonora Matancera. Fue el despegue definitivo. En abril de ese año presenta un tema suyo, y así graba con la Matancera una de las mejores piezas de la historia musical del Caribe: “Piel canela”, un clásico por donde se le mire pues hasta en el contenido es una alabanza al mestizaje y negritud caribeños “El negro de tus ojos que no muera/ y el canela de tu piel se quede igual”. De su autoría también grabó “Así son los quereres” y “Si no fuera ella”.

Bobby Capó también tuvo acercamiento a la República Dominicana y grabó con músicos y orquesta de ese país. También volvió a México donde grabó con las orquestas de Mario Ruiz Armengol, Rafael de Paz, Luis Arcaraz, Chucho Zarzosa y Pablo Beltrán Ruiz. Participó nuevamente en dos películas, la primera titulada “Música en la Noche” con Miguel Aceves Mejía y Pedro Vargas y la segunda, “Bolero Inmortal” que fue al lado de Toña La Negra y Pedro Vargas.

De Pantalla en pantalla

De la pantalla del cine a la de la televisión transcurrieron unos cuanto años en la vida de Bobby Capó pero siempre afiliado a lo musical. Por ejemplo, en 1959 hizo la banda sonora de una película de Puerto Rico. Esa banda sonora incluía “El Negro Bembón” un tema colosal de Capó que fue servido en bandeja de plata para Ismael Rivera y Rafael Cortijo y su Combo. Así, comienza la década de los sesenta con su propio programa de televisión que se pudo ver en Puerto Rico y en EEUU.

Entre pantallas y giras transcurre la década de los sesenta en la que compone y graba “Llorando me dormí” para vocalizarla la argentina Violeta Rivas. Todo un éxito. De igual forma continúa grabando para diversos sellos hasta que en 1970 se convierte en funcionario de los EEUU, y esta decisión generó una gran controversia entre quienes lo veían bien y los que lo veían como una traición a la idea de independencia de la nación puertorriqueña.

El incomprendido

Bobby Capó trabajó en la oficina de Puerto Rico en Nueva York, en la División de Migración y posteriormente en la Junta de Libertad bajo palabra. Sintió que era una forma de colaborar con sus paisanos, que pasaban penurias y persecuciones

en la ciudad de la gran manzana. Hay que acotar que al inicio de su juventud y de su carrera musical Bobby Capó comulgó abiertamente con el nacionalismo de su tierra.

En 1974 se divorcia de su esposa con quien había convivido durante 25 años y al año siguiente, cuando Ismael Rivera da a conocer “Las Tumbas” muchísimas personas supieron de cómo se expresaba la solidaridad en la obra de Bobby Capó, quien siempre estuvo atento y apoyando en todo al Sonero Mayor de Puerto Rico mientras estuvo preso en EEUU.

Poco a poco y sin saberlo Félix Manuel Rodríguez Capó va llegando al final de su vida. En 1978 el gobierno de Venezuela lo condecora y comienza a participar en homenajes por sus 50 años de vida artística, entre ellos uno muy sentido en San Juan de Puerto Rico y otro en su pueblo natal, Coamo.

Para los 65 años de la Sonora Matancera fue llamado a participar en un gran concierto en Nueva York. Era 1989. De Nueva York volvería a su patria hecho cadáver. Un infarto lo sorprendió cuando trabajaba en la Junta para los migrantes de Puerto Rico. Era el 18 de diciembre de 1989. tenía 68 años. Dos días más tarde llegaron sus restos a San Juan donde se le rindió honor en el Instituto de la Cultura de Puerto Rico. Luego fue llevado a su natal Coamo, donde descansa.

Su tercera y última esposa, la brasileña María da Gloria da Oliveira tuvo el buen tino de traspasar a la segunda esposa e hijos de Capó todo lo que ella tenía como legado del fallecido músico. Con todo eso se ha podido reconstruir mucho de su historia y se ha podido exponer la misma.

Fueron más de cuatrocientas canciones las que grabó con gran número de orquestas y grupos. Se estima que compuso más de mil temas.

En cuanto a su vida personal, y a juzgar por la biografía escrita por el investigador Víctor Federico Torres, (Publicaciones Gaviota, 2017) de Puerto Rico, no fue tan plácida ni tan edificante, pero fue su vida, con altos y bajos y un legado muy importante para la música de su país y de todo el Caribe.

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