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    La recaudación derivada del consumo nacional de gasolina ha sido destinada a la inversión en los programas de desarrollo social.

"Estoy de acuerdo en que la gasolina hay que cobrarla”, aseveró este miércoles 27 de mayo, a propósito de la llegada a Venezuela de cinco tanqueros iraníes con combustible. 

Durante su comparecencia televisiva este miércoles, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció que, en el marco del plan de regularización, normalización y distribución del combustible en todo el país, un equipo de especialistas está evaluando el nuevo costo que tendrá la gasolina en el país, donde, hasta el momento, el producto es subsidiado. 

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“La gasolina que hemos traído del exterior la hemos pagado en dólares, mucha gente me propone y estoy de acuerdo en que la gasolina hay que cobrarla”, expresó el mandatario, al tiempo que aseguró que el montó debe ser justo.

En correspondencia con este plan, el líder político solicitó apoyo y comprensión por parte de la población, sobre todo, agregó, en el marco de las afectaciones al suministro de combustible generadas a causa de las medidas coercitivas unilaterales impuestas por Estados Unidos (EE.UU.) en contra de Venezuela.

“Donald Trump logró quitarle la gasolina a Venezuela, pero hicimos un plan de resistencia, de contraofensiva y ha llegado el momento del avance, regularizar, normalizar y resolver este asunto”, sentenció.

El precio de la gasolina en la agenda bolivariana

Desde el 18 de diciembre de 2013, el mandatario propuso fomentar un plan para reducir paulatinamente el subsidio del combustible, por lo que llamó a un debate “aunque hoy por hoy la mayoría de los venezolanos están de acuerdo”, puntualizó.

2014: Un primer debate

Tras 17 años de congelamiento de los precios de la gasolina en Venezuela, el Gobierno plantea la necesidad de generar un diálogo popular para analizar la pertinencia o no de cobrar a la población un precio justo por el producto y, de esa forma, reducir el subsidio estatal.

En aquel momento el costo de producción de un litro de gasolina era de 2,7 bolívares, sin embargo, un litro de gasolina para el consumidor costaba entre 0,070 bolívares y 0,097 bolívares, lo que convertía a Venezuela en el país con el combustible más barato del mundo.

Con el precio de una botella de agua mineral (siete bolívares) se compraban 72 litros de gasolina; el costo de un periódico (seis bolívares) permitía adquirir 100 litros de combustible; un refresco se vendía en 12 bolívares y por la misma cantidad el consumidor de diesel podía cargar 50 litros.

Debido a que el costo de producción de la gasolina no generaba ningún ingreso al Estado, la propuesta gubernamental acerca del nuevo precio del producto estaría entre los 2,5 y los 2,7 bolívares.

2015: Una segunda valoración

El Gobierno venezolano, con el objetivo de impulsar un nuevo modelo productivo en el país y superar la guerra económica promovida por EE.UU. y la oposición interna, se planteó seis líneas de acción entre las que se encontraba un nuevo esquema de precios para la gasolina.

Esta línea permitiría cubrir los costos de producción del combustible, garantizar el funcionamiento de la empresa petrolera estatal Pdvsa y destinar los recursos generados al sistema de misiones, como lo establecía la Ley Orgánica de Misiones, Grandes Misiones y Micro Misiones.

2016: El primer aumento

El 17 de febrero de 2016, el presidente Nicolás Maduro, manteniendo el programa planteado desde el año anterior, anunció las primeras modificaciones al sistema de precios de la gasolina de acuerdo a su porcentaje de octano, aunque no dejaría de ser la más barata del mundo.

El nuevo precio por litro de gasolina era de un bolívar para el litro de 91 octanos, y de seis bolívares para la de 95 octanos. Ante un panorama económico golpeado por la crisis internacional, la disminución del subsidio del combustible proporcionó un financiamiento extra aprobado por el Ejecutivo para mantener la inversión en los programas sociales.

En un balance de los primeros tres días de aplicación del nuevo esquema del precio de la gasolina, la recaudación se ubicó en 188 millones de bolívares, lo que impactó en el equilibrio fiscal necesario para motorizar bienes y servicios en la economía.

Todos los recursos recaudados con el nuevo sistema de precios fueron destinados al Fondo Nacional de Misiones, para garantizar continuidad en la construcción de viviendas y la inversión social en salud, educación y cultura.

La Misión Transporte recibió una asignación del 30 por ciento de estas utilidades para optimizar la atención de los trabajadores de este sector.

2018: El Plan de Recuperación Económica

Mientras el Gobierno venezolano mantenía sus esfuerzos por proteger los recursos del país y combatir la guerra económica que afectaba a la nación, dentro del Plan de Recuperación Económica se previeron nuevas medidas de ajuste del precio de la gasolina acordes al mercado internacional.

El Ejecutivo anunció la creación de un sistema de subsidio interno por dos años para quienes poseían el Carné de la Patria y su vehículo estaba registrado en el censo nacional de transporte. Esto favoreció a gran parte de la población, en especial a los trabajadores del transporte público.

A juicio del economista venezolano Elio Córdova, el nuevo precio del hidrocarburo buscaba una real apreciación sobre su costo y enfrentar las operaciones de contrabando que se gestaban en las fronteras para afectar la economía del país.

Otros países como México, Uruguay y Brasil presentaban un costo de consumo que oscilaba entre uno y dos dólares por litro, lo que sirvió como precios de referencia para la nación suramericana aunque el presidente venezolano precisó que se establecería un precio superior a Colombia en toda la frontera.

Reacción popular

Contrario a lo que varios medios de comunicación internacionales pretendieron mostrar, a mediados de 2015 la encuestadora Hinterlaces reveló que el 59 por ciento de los venezolanos estaba de acuerdo con la regulación de los precios del combustible propuestos por el Gobierno desde el año anterior.

De igual forma, en 2018 el pueblo venezolano se manifestó en Caracas (capital) para brindar su respaldo al plan económico propuesto por la administración de Nicolás Maduro.

Pérdidas económicas entre subsidios y contrabando

Los bajos precios de la gasolina en Venezuela se deben al subsidio gubernamental que recibe este rubro para el consumo nacional. Esto ha provocado, entre 2014 y 2016, pérdidas económicas ascendentes a 24.549 millones de dólares, según el grupo de investigación y análisis Misión Verdad.

Por otro lado, el contrabando de extracción de combustibles “que ha sufrido Venezuela por parte de diferentes mafias que han trazado una guerra económica para desestabilizar la nación”, como asegurara el mandatario venezolano en septiembre de 2018, provocó la fuga de 18.000 millones de dólares y de casi 34 millones de litros de hidrocarburo.

Costo de la gasolina en la región

El sitio web especializado Global Petrol Prices, confirma que la diferencia entre los precios del combustible de los países de América Latina se deben a los distintos impuestos y subsidios que aplica cada Gobierno en correspondencia con su corriente política.

Estadísticas actualizadas hasta este lunes de la propia fuente muestran una cotización del galón de gasolina en los países fronterizos con Venezuela superior a los dos dólares: Brasil (2,64 dólares), Colombia (2,11 dólares) y Guyana (2,36 dólares).

Mientras, otros países de la región exhiben otras cifras: Ecuador (1.85 dólares), Uruguay (4,82 dólares), Chile (3,92 dólares) y Perú (3,74 dólares).

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