74 Notas publicadas
Ojalá que esta Cumbre de Buenos Aires logre consolidar a la CELAC como una institución. Que pueda convertirse en un auténtico organismo regional latinoamericano y caribeño, con sus equipos de trabajo, sus expertos e investigadores;
Con poco más del 98 por ciento de las mesas escrutadas se confirma el triunfo de Gustavo Petro.
Debo reconocerlo. Vargas Llosa es, como diría Jorge Luis Borges, “incorregible.”
La experiencia demuestra que la Alianza Atlántica (Estados Unidos más los 29 países europeos que integran el bloque) ha violado permanentemente lo establecido por la ONU.
Por eso no entiendo a quienes en esta crucial coyuntura optan por lavarse las manos, cual modernos Poncio Pilatos. ¿No son conscientes de que con esa actitud facilitan el triunfo de la ultraderecha? Lo que se juega en Chile es nada más y nada menos que impedir la entronización del fascismo, por vía electoral.
El domingo ha sido testigo de dos trascendentales elecciones.
A ver, izquierdistas latinoamericanos, piensen un minuto por favor; sólo eso les pido.
Los rigurosos comentaristas del proceso político en Nicaragua no han ahorrado críticas para descalificar al proceso electoral de ayer. El presidente Joe Biden fue terminante: dijo que todo fue una “pantomima” y que la elección “no fue ni libre ni justa, y ciertamente no democrática.” Reproduce, curiosamente, las críticas que millones de personas en Estados Unidos, seguidoras de Donald Trump, vierten sobre la elección presidencial que lo elevó a la Casa Blanca. Tendría que ser más cuidadoso al ver la paja en ojo ajeno, sobre todo cuando en menos de un año el índice de desaprobación popular de su gestión subió del 35 al 51 por ciento. Y también si se comprueba que las credenciales democráticas del mandamás estadounidense son bastante frágiles.
El notable escritor, periodista y político venezolano Earle Herrera publicó hoy, en Ciudad Caracas y en Correo del Orinoco, una breve nota sobre un inverosímil “olvido” del Pentágono en Afganistán.
La caída de Kabul a manos del Talibán es un hito que marca el fin de la transición geopolítica global. El sistema internacional sufrió significativos cambios desde finales de la Segunda Guerra Mundial. Hiroshima y Nagasaki unidas a la derrota del nazismo en Europa a manos del Ejército Rojo fueron los acontecimientos que alumbraron al llamado “orden bipolar”. La caída del Muro de Berlín y la desintegración de la Unión Soviética a fines de 1991 marcaron el fin de aquella época y excitaron las fantasías de estrategas y académicos estadounidenses que se ilusionaron con el advenimiento de lo que sería “el nuevo siglo americano".