• Telesur Señal en Vivo
  • Telesur Solo Audio
  • facebook
  • twitter
El presidente Cyril Ramaphosa instó al país a hacer un esfuerzo de asistencia urgente y masivo para ayudar a las víctimas de las inundaciones.

El presidente Cyril Ramaphosa instó al país a hacer un esfuerzo de asistencia urgente y masivo para ayudar a las víctimas de las inundaciones. | Foto: EFE

Publicado 19 abril 2022



Blogs


El Ejército sudafricano desplegarán 100.000 soldados para apoyar en las labores de rescate y ayuda a las víctimas.777

El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, anunció el lunes que el Gobierno decretó el estado de desastre en todo el país ante las devastadoras inundaciones que se produjeron la pasada semana y que dejaron al menos 443 muertes y cerca de 40.000 desplazamientos.

LEA TAMBIÉN:

Sudáfrica en estado de máxima alerta ante lluvias torrenciales

“Este desastre humanitario pide un esfuerzo de asistencia urgente y masivo. Las vidas, la salud y el bienestar de miles de personas aún están en riesgo. Las inundaciones han causado un gran daño social y económico”, expresó el mandatario en un mensaje televisado.

Previamente, Ramaphosa había declarado el estado de desastre solo en la provincia de la zona afectada, la oriental región de KwaZulu-Natal. Ante la extensión y el impacto de las inundaciones, se adoptaron nuevas medidas.

“Esta noche somos una nación unida en nuestro dolor. Somos una nación unida en nuestra determinación de asistir a los que han perdido sus hogares y posesiones, a los que están en desesperada necesidad de comida, agua y refugio”, aseguró el jefe de Estado.

Según las autoridades de KwaZulu-Natal, estas inundaciones han sido de las peores catástrofes en la historia reciente, y se prevé que los daños sean millonarios, aunque aún no se han logrado contabilizar.

Los más recientes registros oficiales cifran 443 muertes y 63 desaparecidos. La cantidad de personas afectadas ronda las 40.000 y cerca de 4.00 hogares fueron devastados, mientras que otros 83.000 están parcialmente destruidos.

Entre las zonas más dañadas se encuentran las que pertenecen a asentamientos informales, cuyas casas fueron arrasadas casi por completo por deslaves y por el agua. Además, las infraestructuras de electricidad, transporte, entre ellos el puerto Durban, el de mayor carga en África, el agua y muchos centros de asistencia médica, sufrieron enormes impactos.

Tras siete días de la tragedia, los residentes de Durban continúan sin agua ni electricidad, y los camiones cisternas se encargan de llevar agua, aunque las localidades con rutas bloqueadas continúan sin suministros.

Más de 3.000 milímetros de lluvia por cada metro cuadrado cayeron en Durban y sus proximidades, causando corrimientos de tierra e inundaciones.

De acuerdo con el Gobierno, unos 100.000 soldados se desplegarán para ayudar en la búsqueda, la limpieza y el transporte de equipamiento y ayuda humanitaria.

Un comunicado de las Fuerzas de Defensa Nacional de Sudáfrica (SNDF, por sus siglas en inglés) indicó que los militares se ocuparán de levantar alojamientos temporales para los afectados y apoyarán a equipos médicos en la zona, además de prever agua potable y el apoyo técnico para restablecer la electricidad.


Comentarios
0
Comentarios
Nota sin comentarios.