La rotura de la presa minera en el municipio brasileño de Brumadinho causó 259 muertes y 11 desaparecidos.
El Departamento de Bomberos del estado brasileño de Minas Gerais reanudó este jueves, luego de 159 días de paralización, la búsqueda de 11 víctimas mortales tras la ruptura de la presa Vale, en Brumadinho, acontecida el 25 de enero de 2019.
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Tras el comienzo de la crisis sanitaria generada por el coronavirus en Brasil, el operativo de localización de los cadáveres fue detenido el pasado 21 de marzo.
“La interrupción fue necesaria (…). Nuestros bomberos, militares, mineros, maquinistas y contratistas vivían en un ambiente común y propenso a la contaminación”, declaró ante medios locales el pasado jueves el responsable de la llamada Operación Brumadinho, coronel Alexandre Gomes Rodrigues.
Sobre o crime da Vale em Brumadinho. Assistam! https://t.co/Hb7nJ4R5rr
— MAB (@MAB_Brasil) August 28, 2020
Después de negociaciones con la Secretaría de Salud del Estado de Minas Gerais, los bomberos aceptaron el protocolo de medidas sanitarias que le permitirían reincorporarse, de manera segura, a la localización de los desaparecidos.
Según Gomes, la búsqueda de los cuerpos presenta obstáculos debido a que “el terreno tiene algunos cursos de ríos, arroyos y ríos”, lo que además dificulta el movimiento en la zona, agregó el coronel del Departamento de Bomberos.
Brumadinho - 1 mês: Em São Paulo, na sede do Bradesco (que é acionista da Vale), atingidos tocam a sirene que a vale não tocou #ValeAssassina #BrumadinhoPedeJUSTICA pic.twitter.com/Gm7CUdYQs4
— MAB (@MAB_Brasil) February 25, 2019
La continuación de la Operación Brumadinho, en principio, no precisará del apoyo de helicópteros, aunque sí será respaldada por un grupo de drones especializados, modelo Avispa.
La rotura de la presa B1 de la mina Córrego do Feijão, propiedad de la minera Vale SA, ubicada en el municipio de Brumadinho, sucedió el 25 de enero de 2019, provocando la fuga de 12,7 millones de metros cúbicos de lodo y fragmentos de hierro.
El deslave atravesó más de 20 municipios, sepultando casas, causando 259 muertes y 11 desaparecidos. A su vez, las aguas de los ríos de la zona quedaron contaminadas. La empresa minera Vale no ha resarcido por completo los daños causados.