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Un soldado estadounidense en la base militar Taji, cerca de Bagdad, la capital de Irak.

Un soldado estadounidense en la base militar Taji, cerca de Bagdad, la capital de Irak. | Foto: HispanTV

Publicado 14 marzo 2020



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Según el reporte del ejército iraquí, al menos 33 misiles fueron lanzados contra la base, hiriendo gravemente a varios soldados de la defensa aérea de Irak.

Un nuevo ataque con cohetes se registró este sábado contra la base militar iraquí de Taji, al norte de Bagdad, que alberga tropas de Estados Unidos, que encabeza la coalición internacional en el país árabe, informaron fuentes oficiales.

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El ataque se produjo sobre las 11H00 hora local (08H00 GMT), cuando los proyectiles tipo Katyusha cayeron en una zona de la base que albergaba a unidades de la Defensa Aérea iraquí cercana a la sede la misión de la coalición internacional, informó en un comunicado la Célula de Información de Seguridad.

Algunos proyectiles golpearon el área donde se basan las fuerzas de la coalición, mientras que otros cayeron en una pista utilizada por las fuerzas iraquíes.

El ejército iraquí confirmó este sábado la embestida contra su base militar de Taji y exigió que ni Washington ni ninguna otra fuerza extranjera deberían usar el ataque como pretexto para emprender acciones militares sin la aprobación de Irak.

Según el reporte militar, al menos 33 misiles fueron lanzados contra la base, hiriendo gravemente a varios soldados de la defensa aérea de Irak.

Siete lanzadores de misiles y 24 misiles no utilizados fueron encontrados en el área cercana de Abu Izam por el ejército, que prometió arrestar a los responsables. 

El bombardeo se produjo dos días después de que Estados Unidos lanzó ataques aéreos  contra las milicias iraquíes que, según el Pentágono, fueron los responsable del ataque del miércoles pasado contra la misma instalación, que mató a tres soldados de la coalición.

La represalia estadounidense contra una base de la milicia chiita, que según Washington es respaldada por Irán en la zona fronteriza entre Irak y Siria, dejó un saldo de 26 combatientes muertos y más de 15 heridos.

Los grupos de la milicia chiíta prometieron vengarse de los ataques estadounidenses del viernes, señalando otro ciclo de violencia violenta entre Washington y Teherán que podría desarrollarse dentro de Irak.

Las relaciones entre ambos países se han deteriorado, tras el asesinato en enero pasado del general iraní Qassem Soleimani, realizado por el ejército estadounidense.

Soleimani era uno de los mayores estrategas militares iraníes, y una personalidad política popular tanto en su país como en el extranjero. 
 


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