Grecia libera petrolero iraní detenido pese a presión de EE.UU.

La Organización Portuaria y Marítima de Irán (PMO) anunció este martes que, a pesar de las presiones ejercidas por Estados Unidos (EE.UU.), el Gobierno de Grecia liberó un petrolero de bandera iraní detenido en abril pasado frente a las costas de la nación europea.

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A través de un comunicado, la referida agencia gubernamental manifestó que Atenas decidió liberal al petrolero de bandera iraní pese a que la Casa Blanca ordenó su detención y confiscar para beneficio de EE.UU. el crudo que transportaba.

La PMO detalló que un tribunal griego indicó devolver el cargamento a su propietario, por lo que ahora el Gobierno de Atenas implementa el fallo y devuelve a Teherán el barco y su contenido.

La nota de prensa también señala que este desenlace es resultado de “la acción rápida y autorizada de la República Islámica de Irán, la búsqueda de los organismos pertinentes y el apoyo del ministro de Carreteras y Desarrollo Urbano”.

Desde hace varios días, el petróleo contenido en el buque cisterna de bandera iraní era traspasado a otros dos petroleros alquilados por EE.UU. para su traslado a este último país.

La operación se realizaba frente al puerto de Karystos, en la isla griega de Eubea, donde el buque cisterna de bandera iraní y su tripulación permanecían retenidos.

Batalla política y legal

En abril de este año, el petrolero de bandera iraní Pegas, luego renombrado Lana, debió realizar una parada de emergencia en aguas griegas debido a una falla técnica.

Ante el hecho, autoridades de EE.UU. invocaron un acuerdo bilateral de asistencia legal que suscribieron con Grecia y le solicitaron incautar el buque cisterna.

Para ello se alegó una presunta violación de las medidas restrictivas unilaterales impuestas por la Unión Europea contra Rusia tras desplegar su operativo militar especial en Ucrania. Además, la Casa Blanca afirmó que existía el riesgo de que las ganancias de la venta del petróleo se emplearan para financiar actividades terroristas.

Todo ello fue calificado por Irán como acto de piratería internacional, violatorio de las leyes y reglamentos internacionales sobre Derecho del Mar.

En medio de esa tensión, Teherán instó a Atenas a no permitir que las históricas relaciones entre los dos países se vean afectadas “por errores de cálculo, incluido el bandolerismo por orden de un tercero”.

El barco transporta 115.000 toneladas de crudo iraní. Había pertenecido al banco Promsvyazbank (sometido a medidas de presión de la UE), pero antes de ser detenido cambió de propietario y pasó a manos de TransMorFlot, del ciudadano ruso Jamaldin Pashaev, no sometido a sanciones.

Medios de prensa refieren que a finales de mayo, el tribunal de primera instancia de la región griega de Chaldika determinó que el petróleo fuera transferido a EE.UU. Sin embargo, el 9 de junio pasado un tribunal de apelaciones revocó ese fallo.

Mientras todo ello ocurría, el 27 de mayo pasado unidades del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica detuvieron dos petroleros de bandera griega en el Golfo Pérsico por violaciones marítimas.