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El Centro de Comunicación Social del Ejército informó que “muchos manifestantes han salido espontáneamente del lugar”.
Autoridades castrenses brasileñas comunicaron este jueves que continúa la desactivación del campamento bolsonarista frente a la sede del Ejército en la capital, tras permanecer dos meses en protesta contra la victoria del presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva, en los comicios de octubre.
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De acuerdo con el Centro de Comunicación Social del Ejército, “muchos manifestantes han salido espontáneamente del lugar” mientras que efectivos trabajan en el desmantelamiento de las estructuras abandonadas.
En este sentido, la prensa militar señaló que las acciones se han llevado a cabo en coordinación con los órganos del Gobierno del Distrito Federal (GDF), “con los que mantiene una integración permanente”.
Exército e DF Legal realizam operação de desmobilização no Quartel General, em Brasília. Polícia Militar presta apoio na ação. A prioridade é retirar barracas que realizam comércio na região.
— Renato Souza (@reporterenato) December 29, 2022
La desmovilización se produce a partir de la solicitud del GDF al Ejército debido a la proximidad de la toma de posesión del líder del Partido de los Trabajadores (PT) que tendrá lugar el próximo primero de enero.
El titular de la Casa Civil del Distrito Federal, Gustavo Rocha, como interlocutor de la transición destacó la necesidad de la desmovilización de los bolsonaristas en última instancia por cuestiones de seguridad.
Futuro ministro da Justiça, @FlavioDino diz esperar que que nesta semana as Forças Armadas desmobilizem os acampamentos antidemocráticos na porta do QG de Brasíliapic.twitter.com/jUV3IuVqoJ
— George Marques ���� (@GeorgMarques) December 26, 2022
Los manifestantes se encontraban en las inmediaciones del Cuartel General desde la publicación de los resultados de la segunda vuelta que confirmaron al candidato presidencial del PT como mandatario electo.
Si bien los partidarios del actual jefe de Estado, Jair Bolsonaro, reclamaban la intervención de las Fuerzas Armadas para impedir la toma de posesión de Lula, no obtuvieron un apoyo considerable de las militares.
