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La inestabilidad política en España ha decepcionado a los españoles que, una vez más, asistirán a las urnas.

La inestabilidad política en España ha decepcionado a los españoles que, una vez más, asistirán a las urnas. | Foto: Cubasí

Publicado 7 noviembre 2019



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Sobre el tablero político se ubica una crisis económica que afecta al país ibérico de cara a los próximos comicios, y lo cual podría verse reflejado en los resultados en las urnas.

España vuelve a las segundas elecciones generales en siete meses el próximo domingo 10 de noviembre (10-N). El país europeo realizará los cuartos comicios en los últimos cuatro años, puesto que ningún candidato ha contado con el apoyo necesario para formar un gobierno desde 2015.

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Sobre el tablero político se ubica una crisis económica que afecta al país ibérico de cara a los próximos comicios, y lo cual podría verse reflejado en los resultados en las urnas en una nación que tiene una fragmentación política innegable.

España ha registrado menos crecimientos, existe un aumento del desempleo, crisis en la actividad inmobiliaria, y los expertos afirman que los próximos comicios serán los primeros en medio de una desaceleración desde la crisis.

“La repetición de elecciones y la fragmentación y el inmovilismo políticos están haciendo que no se aborden los retos de deuda a largo plazo”, señala la agencia alemana Scope Ratings.

Por su parte, el economista José Carlos Díez, alerta sobre el deteriorado entorno internacional y el freno que registra el empleo en la nación. “En ese escenario ir a elecciones es una irresponsabilidad y parece que el 10 de noviembre seguirá la fragmentación y la inestabilidad”, afirma el también profesor de la Universidad de Alcalá de Henares.

“Desde mayo, el ritmo de creación de empleo se ha reducido a la mitad”, asevera el director de economía y estadística del Banco de España (BdE), Óscar Arce. Dada esta situación, se estima que la tasa de paro sea de un 14,1 por ciento.

Asimismo, el Banco Central de España señala que el Producto Interno Bruto (PIB) del país crecerá un dos por ciento, lo que hace imposible lograr la previsión oficial de un crecimiento para el año en curso y, por ende, será un factor que puede verse reflejado en las elecciones.

Por otra parte, el retraso en las inversiones anota otro punto en contra de los candidatos a los comicios del próximo domingo y está relacionado, claro está, con la inestabilidad política que vive España.

El catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra, José García Montalvo, sostiene que el riesgo de crisis económica representa un factor fundamental que diferencia a las elecciones del 10-N de la anterior el 28 de abril (28-A) cuando Pedro Sánchez no obtuvo la mayoría necesaria para formar gobierno.

En ese sentido, García afirma: “Había previsiones de desaceleración, pero entonces estaba lejana y ahora la tenemos encima”, y añade que el contexto de los próximos comicios, a diferencia del de abril, muestra indicadores de caída económica. Por solo citar otro ejemplo, la actividad industrial en la nación ha disminuido a su nivel más bajo desde el año 2013.

Y es que en España, como defiende el analista Francisco Coloane, “es muy difícil hacer política cuando está la variable económica pendiendo sobre la cabeza del político” en el sector del progresismo.

Coloane afirma, asimismo, que es difícil gobernar desde la izquierda debido a que el sector empresarial –que es franquista en España– no apoya modificaciones al modelo neoliberal.

El panorama económico, a decir de García Montalvo, afectó para que el presidente en funciones, Pedro Sánchez, intentara formar un gobierno de conjunto con Unidas Podemos, lo cual no logró. Y, como consecuencia, esa misma crisis se ha reflejado en la situación política del país ibérico en este momento, tanto que vuelven, una vez más, a las urnas.

La decepción ante la falta de formación de un gobierno, unido a otros problemas económicos como los impuestos, los salarios en el país ibérico que no muestran síntomas de recuperación, se estima que influyan en los votantes que asistirán a las urnas el próximo 10-N.

En ese sentido, los expertos señalan a estos factores como determinantes en la abstención que podría alcanzarse en los comicios cuando se enfrenten los cinco candidatos a la presidencia.


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