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Una semana después del cese de la agresión israelí sobre Gaza, la ONU no logra determinar si se trata, en efecto, de un crimen de guerra.

Una semana después del cese de la agresión israelí sobre Gaza, la ONU no logra determinar si se trata, en efecto, de un crimen de guerra. | Foto: EFE

Publicado 27 mayo 2021



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La Alta Comisionada de la ONU para los DD.HH. asevera que los bombardeos "podrían" constituir crímenes de guerra.

Los recientes ataques de Israel contra la Franja de Gaza, que causaron al menos 242 muertos y 74.000 desplazados, "podrían" constituir crímenes de guerra, dijo este jueves la alta comisionada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, quien no obstante sí condenó a la organización palestina Hamás por sus acciones defensivas.

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Las declaraciones de la funcionaria chilena fueron dadas a conocer en una sesión especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para debatir lo que calificaron como "escalada del conflicto" entre Palestina e Israel.

Durante el encuentro, Bachelet se limitó a decir que los ataques de Tel Aviv "siembran dudas sobre el cumplimiento israelí de los principios de distinción y proporcionalidad en la ley humanitaria internacional".

Agregó que si "se demuestra" que los ataques fueron indiscriminados y desproporcionados, "podrían constituir crímenes de guerra".

De igual manera, la responsable de la ONU para los Derechos Humanos dijo que pese a que Israel alega que muchos de los edificios que bombardeó "acogían grupos armados o eran utilizados con propósitos militares, no hemos visto evidencias en este sentido".

La agresión israelí produjo una destrucción a gran escala de instalaciones civiles, incluyendo viviendas, oficinas de organizaciones humanitarias, centros médicos, escuelas y medios de comunicación.

Sin embargo, sin muchas dudas Bachelet aludió a Hamás (organización palestina que controla el Gobierno de Franja de Gaza) y dijo que "también es una violación de la ley internacional ubicar recursos militares en zonas civiles densamente pobladas, o atacar desde ellas". Añadió que "las acciones de una de las partes no eximen a la otra de sus obligaciones".

Bachelet también comparó la situación de los civiles en Israel y Palestina, al decir que mientras los primeros "disponen de la Cúpula de Hierro y fuerzas militares profesionales para defenderlos, los palestinos no tienen protección alguna ante ataques aéreos contra una de las zonas más densamente pobladas del mundo".

En esa dirección, la funcionaria apuntó: "No tienen lugar al que escapar debido al bloqueo por tierra, mar y aire implementado en los últimos 14 años" por Israel.

Ello fue confirmado por el relator de la ONU para los Derechos Humanos en el territorio palestino, Michael Lynk, quien en la misma sesión del Consejo declaró que los palestinos de Gaza "viven en una desesperada situación que Naciones Unidas ha calificado de insostenible e invivible, una forma de castigo colectivo".

Fue Lynk quien denunció que los desalojos de palestinos en Jerusalén Oriental (reconocido por la ONU como parte de Palestina, a contramano de la ocupación israelí hace medio siglo), uno de los desencadenantes de la reciente escalada, fue el plan israelí de aumentar los asentamientos ilegales con el fin de establecer un reclamo ilegal de soberanía, pese a las repetidas peticiones de las Naciones Unidas para detener esa práctica.


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