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La ley aprobada garantiza al agricultor la transferencia de 3.000 reales por familia.

La ley aprobada garantiza al agricultor la transferencia de 3.000 reales por familia. | Foto: Twitter @MST_Oficial

Publicado 18 diciembre 2021



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La ley Assis de Carvalho II prevé medidas de socorro para los pequeños agricultores con el objetivo de  mitigar los impactos causados ​​por la pandemia de la Covid-19.

El Congreso de Brasil revocó este viernes, con la votación del Partido de los Trabajadores, el veto del presidente Jair Bolsonaro a medidas de emergencia en apoyo a los pequeños agricultores, responsables del 70% de los alimentos. consumido por los hogares brasileños.

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La Ley Assis de Carvalho II prevé medidas de socorro para los pequeños agricultores con el objetivo de mitigar los impactos causados ​​por la pandemia de la Covid-19. Con esta revocación del veto presidencial, la ley será promulgada por el Congreso.

En el Senado, la propuesta del diputado Pedro Uczai (PT) fue ingresada por el legislador Paulo Rocha , y aprobada por unanimidad. El veto se anunció el pasado el 17 de septiembre, y fue inmediatamente repudiada por organizaciones sociales y civiles, además de partidos políticos.

“Finalmente se está haciendo justicia. Derrocar el veto es garantizar el apoyo a los responsables de buena parte de la comida que va en los platos de los brasileños. Ahora Bolsonaro ya no podrá huir de asegurar fondos y ayudar a la gente humilde del campo”, celebró Paulo Rocha.

Nombrada en honor al diputado del PT fallecido en 2020, la Ley Assis de Carvalho II prevé la adopción de medidas de emergencia antes del 31 de diciembre de 2022. Entre las acciones se encuentran:

• Prórroga de las deudas agrícolas familiares rurales por un año después de la última cuota;
• Otorga ayudas de 2.500 de reales para cada familia;
• Garantiza al agricultor la transferencia de 3.000 reales por familia;
• Implementación de cisternas u otras tecnologías para acceder al agua para consumo humano y producción de alimentos;
• Medidas de emergencia para apoyar a los agricultores familiares mientras dure la crisis socioeconómica provocada por la pandemia.

También determina la creación de líneas de crédito para el costeo e inversión de actividades relacionadas con la producción de alimentos básicos y leche. 

Cada préstamo tiene una tasa de interés cero y un período de vencimiento de no menos de 10 años, incluido un período de gracia de hasta cinco años, con recursos crediticios rurales controlados y no controlados.

Responsables de alrededor del 70% de los alimentos consumidos en los hogares brasileños, las familias campesinas de todo el país enfrentan dificultades para producir y vender alimentos,  agravando la inseguridad alimentaria que afecta a la población.

“La ley es importante por sus medidas, como recursos económicos no reembolsables para incentivar la producción de alimentos, instalación de cisternas y otras tecnologías para acceder al agua, medida fundamental porque, donde hay inseguridad hídrica, hay hambre”, explica el antropóloga Maria Emília Pacheco, miembro de la Articulación Nacional de Agroecología (ANA). 

Por otra parte, el Congreso restauró el llamado Fondo Especial para el Financiamiento de Campañas (FEFC)  destinado para financiar campañas electorales de 2022 hasta por 5.7 mil millones de reales al revocar el veto de Bolsonaro, que buscaba reducir el monto a menos de la mitad. 

En la Cámara, el resultado fue de 317 votos contra 146. En el Senado, 53 contra 21. El asunto pasa a la promulgación.


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