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La violenta erupción del Cumbre Vieja forzó a la evacuación de más de 6.000 personas.

La violenta erupción del Cumbre Vieja forzó a la evacuación de más de 6.000 personas. | Foto: El Tiempo

Publicado 26 septiembre 2021



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El volcán de La Palma (Islas Canarias) entró en erupción el 19 de septiembre, con expulsión de lava, lluvia de ceniza y grandes explosiones.

El comité director del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico (Pevolca), de Islas Canarias, informó este domingo que el volcán de Cumbre Vieja, que hace una semana entró en erupción en la isla española de La Palma, se estabilizó y ello permite que puedan volver a sus casas las últimas personas desalojadas.

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Según el ente, quedaron descartados los indicadores que el viernes pasado hicieron prever “un escenario” peligroso para tres núcleos de población próximos al volcán (donde residen unas 160 personas).

La directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, precisó a medios de prensa que esos indicadores son el tremor sísmico, las señales sísmicas y las deformaciones del terreno.

 

La erupción se inició el 19 de septiembre pasado, con notable expulsión de lava, lluvia de ceniza y grandes explosiones. Según expertos, desde entonces se abrieron hasta cuatro bocas en torno al cráter y dos grandes ríos de lava se dispersaron en dirección sur de la isla, aunque no han llegado al mar.

Daños y alertas

Se estima que la lava ha cubierto 210 hectáreas, en tanto que las cenizas se han dispersado por 1.314. En los últimos días, vientos del suroeste las trasladaron a municipios alejados del centro eruptivo. 

Medios de prensa precisan que el Cumbre Vieja emite 25 000 toneladas diarias de dióxido de azufre. Pese a ello, aseguran que la calidad del aire es buena y no hay riesgo para los pobladores.

Aunque el volcán está más estabilizado, los expertos prevén que continúen las explosiones y recomiendan a los residentes en un radio de cinco kilómetros que se mantengan alejados de las ventanas, a recaudo de las roturas de cristales.

Según las autoridades, más allá de los peligros y complicaciones que genera el volcán en áreas cercanas, la vida en el resto de la isla se desarrolla normalmente y no conlleva riesgos.

Además, hacen saber que se necesitan donaciones económicas para superar la catástrofe, y no enviar víveres, mantas, ropa o juguetes.

A flor de piel

El evento eruptivo provocó el desplazamiento de más de 6.000 personas, afectaciones a alrededor de 500 edificaciones (450 de ellas destruidas), inutilización de varias carreteras y la pérdida de centenares de hectáreas de cultivos. Incluso, este sábado debió cerrarse el aeropuerto local.

La mayoría de los evacuados se han instalado en casas de familiares y amigos, mientras que otros han sido acogidos en albergues de emergencia.

La presidenta de Cruz Roja comarca este de La Palma, Lourdes Labrador, comentó a medios locales que durante los primeros días muchos evacuados reflejaban desorientación pero tenían la certeza de que la catástrofe sería superada rápidamente.

Agregó que “esa esperanza se ha ido perdiendo, a lo que ha contribuido que muchos han visto imágenes en directo de su casa arrasada por la lava”.

Explicó que se trata de “una comunidad entera (…) que lo ha perdido todo” y “ahora ya están aterrizando en la realidad”. A partir de ello, enfatizó en que la ayuda verdadera se va a precisar cuando pase la emergencia.


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