Honduras en punto de quiebre; todo puede pasar | Blog | teleSUR
9 junio 2019
Honduras en punto de quiebre; todo puede pasar

En los últimos días, en los chats y comunicaciones de la pequeña burguesía local, han comenzado a intensificarse mensajes que hablan abiertamente de un golpe de estado para terminar el mandato fraudulento de Juan Orlando Hernández. Esta campaña se parece mucho a la de los días previos al golpe de Estado Militar de 2009. Como es sabido, estas campañas, son usualmente diseñadas desde los cuerpos de inteligencia militar, y su propósito no es siempre lo que dicen. A veces, sirven para que quienes adversas al régimen, se muestren abiertamente, y reprimirlos; otras, si implican un Golpe de Estado.

Honduras en punto de quiebre; todo puede pasar

Ahora bien, un golpe de Estado en este momento en Honduras, tendría un carácter preventivo; en otras palabras, las élites trabajando para evitar una victoria popular completa y definitiva. Este tipo de acción, implica, sobre todo, moderar el espectro político hasta un punto que sea manejable para las Estados Unidos. Los finales radicales nunca son del agrado de la clase dominante ni del imperio.

Estamos claros de que el régimen surgido del golpe de Estado, y de los fraudes electorales, especialmente el 2017, nació débil, con anemia profunda. Sus acciones, simplemente han servido para profundizar las contradicciones que lo siguen debilitando. A nivel social, se han cultivado múltiples conflictos, de los que hoy apenas podemos ver a los sectores educación y salud. La plataforma de médicos y maestros, ha librado una lucha excepcional, con el apoyo de todos los grupos sociales y políticos opuestos al régimen. Además, muestra una extraordinaria capacidad de rectificar y adoptar líneas correctivas oportunamente.

Esa plataforma es hoy la cara visible de un levantamiento popular inminente, que ya se ve muy evidente en varios lugares del país. Las demandas de la plataforma han escalado cualitativamente a un nivel superior, que deja al maltrecho gobierno en una situación pierde-pierde, aunque no lo llevan aún al límite de presión máxima. El precio de la arrogancia golpista, ha salido demasiado alto, especialmente porque su credibilidad se acerca a cero.

El planteamiento del Partido Libre, de izquierda, liderado por el expresidente Manuel Zelaya, de llamar a movilización general a todas sus bases a nivel nacional, HASTA ACABAR con la dictadura, plantea la posibilidad de construcción de una plataforma politico y social que lidere el movimiento de masas a una insurrección total en el pais. Por otra parte, la determinación de dar un APOYO INCONDICIONAL a las acciones de la plataforma cierra la posibilidad de malos entendidos o tropiezos, que pueden resultar inoportunos. LIBRE se ha pronunciado por el respeto a la estructura actual de coordinación de la plataforma y no busca ingresar en ella, lo que genera apertura a las confianzas necesarias.

Por otra parte, la empresa privada se encuentra bastante fraccionada, pero podemos presumir que existen dos grupos principales: aquellos empresarios que se beneficiaron de prebendas del régimen y la especulación financiera; y aquellos que han perdido aceleradamente debido a la voraz y casi inquisidora maquinaria fiscal del país, que hoy fundamentalmente persigue y extorsiona a las empresas que de verdad producen en Honduras. Estas fisuras ya son públicas, e incluso se debaten en los medios de comunicación.

La canalla mediática, luce momentos de ambigüedad, en los que coquetea veladamente con la posibilidad de un cambio de régimen, aunque todavía no rompe abiertamente con Juan Orlando Hernández, quien ahora recibe duras críticas de sectores que hasta hace muy poco eran sus aliados incondicionales, como la Conferencia Episcopal, que cuenta con la poco honrosa presencia del tristemente célebre Cardenal Oscar Andrés Rodríguez.

Las Fuerzas Armadas sirven directamente al Comando Sur de Estados Unidos, y eso ha quedado claro en varios incidentes que parecen mostrar la decisión norteamericana de mostrar que el régimen de Juan Orlando Hernández ha perdido el control del país. Desde el incendio de la entrada de la embajada Americana, misteriosamente desguarnecida en un momento de mucha indignacion, hasta la quema de varios contenedores de la frutera Dole, en la zona de Colon, donde los conflictos por la tierra se han mantenido tan activos como invisibilizados por los medios locales por muchos años.

Hernández apenas atina a buscar algún indicio de apoyo en su partido, pero sus colaboradores lo han abandonado. En su aparición pública del sábado por la mañana, sólo era acompañado por personajes de tercera categoría, sin ninguna de las figuras que han estado con él por una década. Peor aún, la movilización lucia como una medida desesperada, porque hasta los más íntimos detalles del financiamiento y logística de su organización fueron publicados en las redes sociales.

Para nadie es secreto que el Partido de gobierno está fraccionado en al menos tres grupos: los que están conspirando contra joh, alineados por la embajada de Estados Unidos; los más oportunistas que calculan donde van a caer; y los que ya preparan sus maletas, y que no están dispuestos a ninguna lucha heroica. 

A final de cuentas, las tensiones se multiplican, y la situación de la sociedad se encuentra en un punto cercano a su vórtice de entropia. Muchos movimientos se producen al azar, y dependen de los intereses que representan. Lo más importante, es el papel que juega hoy el movimiento de masas, que resultará determinante en el desarrollo y desenlace de la coyuntura.

Mientras el movimiento de masas se mantenga bajo, Hernández gana oxígeno y tiempo, de ahí su urgencia por desmovilizar a maestros y médicos, ya sea cediendo, o saboteando vía coimas o extorsiones a dirigentes, especialmente del magisterio, que en pocos días fueron rebasados una y otra vez por sus bases, que se niegan a caer en la trampa de un diálogo. Es previsible que el movimiento crezca en las próximas horas, y que la situación del país se muestre ingobernable. Como podemos ver, la plataforma se fortalece en la medida que se aleja de JOH.

Por otra parte, la lucha política tiende también a polarizarse, pues se va llegando a un punto en el que no se puede ser tibio sin perder lo poco o mucho que se haya construido. La verdad, el partido de gobierno está pagando su soberbia y su arrogancia; ha gobernado como si pudieran mantener a toda la sociedad sometida bajo su bota, sin que esta lograra zafarse nunca. No han entendido que los pueblos aprenden.

Por supuesto, no se debe esperar un final feliz sin una revolución. Si ahora Hernández es extraído por una operación del imperio, la estructura de poder queda intacta, y los problemas de la sociedad seguirán profundizándose. Así que esta es apenas “una historia en desarrollo “.
 


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